‘Un pueblo’ y yo… al Solís
CIUDADANOS DE JUAN JOSÉ CASTRO VIAJARON A LA CAPITAL DEL PAÍS
NIÑOS, JÓVENES Y ADULTOS DEL CENTRO POBLADO RECORRIERON PARTE DE MONTEVIDEO
Horacio Oyhenard
Redacción
El pasado sábado 14 de junio, pobladores de Juan José Castro –y zonas aledañas-, participaron del programa Un Pueblo al Solís.
Este es un emprendimiento conjunto del Ministerio de Educación y Cultura, a través de la Dirección Nacional de Cultura y Dirección de Centros MEC, y la Intendencia de Montevideo a través de su Departamento de Cultura y el Teatro Solís, conjuntamente con la Fundación Amigos del Teatro Solís y empresas asociadas.
La propuesta tiene como objetivo principal la participación en actividades referidas a bienes y servicios culturales de calidad, que a su vez impliquen acortar distancias y borrar barreras, apunta a la responsabilidad de las instituciones públicas en la promoción, desarrollo y garantía de ejercicio de los derechos de los ciudadanos dondequiera que se encuentren.
En tal sentido, toda esta infraestructura se pone al servicio de los ocasionales viajeros, para hacerles vivir una experiencia enriquecedora y en muchos casos novedosa, ya que en algunos de los que participan del viaje no cuentan con la experiencia de conocer la capital del país.
En otros casos, sí han llegado a Montevideo, pero con el fin de realizar trámites, por cuestiones de salud o similares, actividades que no le permiten conocer algunos puntos de interés, como sí lo hacen en este programa.
ECOS REGIONALES participó de esta experiencia junto a los pobladores de Juan José Castro e integrantes de Centros MEC Flores que fueron parte del viaje.
Algunos minutos pasadas las 7:30 horas, el ómnibus de Empresa Etchandy levantó al Coordinador de Centros MEC Flores Prof. Eduardo Curto, al integrante del equipo de Centros MEC Guillermo Artola y al cronista de ECOS REGIONALES en la esquina de José Batlle y Ordoñez y Santísima Trinidad.
Desde allí partimos rumbo a Juan José Castro, donde llegamos a las 8:00 horas. Frente a la Comisaría de este centro poblado, aguardaba un heterogéneo y ansioso grupo de personas, prontas para vivir un día de disfrute.
Iniciando el viaje Eduardo Curto fue el encargado de dar la bienvenida a los viajeros, dejando en claro que la propuesta iba a girar en torno al grupo de viaje y sus requerimientos.
Curto dejó en claro que cada uno de los lugares a visitar eran parte del patrimonio nacional, y por ende, lugares que todos los ciudadanos del país debemos disfrutar.
Con esa consigna el viaje comenzó por Ruta 14, continuando por Ruta 5 entre risas, expectativas y música –la que hizo sonar alguno de los pasajeros con su dispositivo móvil-.
Próximo a las once de la mañana llegamos a la periferia de Montevideo. Las primeras imágenes de la capital comenzaron a surgir ante los ventanales del ómnibus.
Los ojos de los pasajeros –sobre todo de los niños- empezaron a plasmar en el recuerdo esas bellas imágenes que proporcionan la llegada a la capital.
El Cerro, la bahía con su gran puerto, los barcos anclados y los grandes edificios fueron las primeras impresiones del viaje.
La primera parada fue en el Teatro Solís, allí nos aguardaban con sus mejores semblante integrantes del equipo del teatro, además de Victoria, Coordinadora General de la Fundación Amigos del Teatro Solís.
Una rápida pasada por el lugar permitió que los viajeros tuvieran el primer contacto con el majestuoso escenario cultural de nuestro país. Pero el lugar sería visitado en horas de la tarde.
La propuesta tenía agendada una recorrida por Montevideo. Previo a la gira, pasamos a buscar (el almuerzo y) a Oscar, el guía designado por el MEC para acompañar nuestra recorrida por los puntos a visitar.
La visita por la ciudad nos llevó hasta el Palacio Legislativo, donde se realizó una parada para fotografías y conocer personalmente las escalinatas del edificio.
De allí el recorrido siguió por calles céntricas, dirigiéndonos hasta la zona de Tres Cruces (Terminal), Obelisco, Parque Batlle y el monumento a La Carreta.
Ahí se realizó otra parada para fotos. Las ansias de conocer de cerca la emblemática escultura del escultor uruguayo José Belloni llevó a que alguno de los visitantes se aproximara demasiado al monumento, disparando así la alarma con la que éste cuenta, lo que generó la atención del guardaparque del lugar.
Pero el interés para la gente de Juan José Castro en ese momento era visitar el Estadio Centenario.
Fue así que se realizaron las actuaciones pertinentes para poder visitar el escenario deportivo. Para eso fue que tuvimos acceso a la tribuna Olímpica, desde donde los viajeros conocieron el lugar y registraron en fotos la experiencia.
De ahí partimos a la Plaza Buceo donde se pudo apreciar el ‘mar’. Así fue que se continuó la recorrida por la rambla, rumbo al Centro.
Tras pasar la zona del barrio Sur y Palermo la delegación llegó a la ‘Plaza Fabini’, donde disfrutó de la muestra de afiches y mascotas de los mundiales de fútbol y se visitó el Centro de Exposiciones del Subte.
De ahí al Teatro Solís, donde nos aguardaban con la sala Zavala Muniz acondicionada con una pantalla gigante para disfrutar del encuentro entre Uruguay y Costa Rica.
La propuesta mundialista incluyó además cotillón acorde al acontecimiento. Globos, cintas, chifles y matracas fueron proporcionados para disfrutar del evento.
Tras ver el match deportivo, se realizó la visita guiada por el centro cultural, la cual estuvo a cargo de dos integrantes del staff del teatro.
La visita nos permitió aprender varios detalles del lugar, los que sorprendieron por su magnitud.
La visita guiada concluyó con una merienda proporcionada por la organización en uno de los salones del local.
Tras la merienda hubo que esperar para ingresar a la sala y poder así apreciar la obra a la que éramos invitados.
La espera generó la impaciencia de los más pequeños, quienes contaron con la complicidad de una de las colaboradoras del teatro, las que los reunió para compartir algún cuento y juego grupal, un detalle muy apreciado por los pequeños y que dejó en claro el compromiso del grupo de pasantes y colaboradores del lugar.
Las 20:30 horas marcaron el ingreso a sala. Acompañados por integrantes del equipo del teatro ingresamos a la sala para disfrutar del evento.
La Visita le dio la cuota de risa y disfrute al cierre de una muy provechosa jornada.
La finalización de la obra marcaba así el momento de retornar a nuestros pagos. La cena en el regreso ayudó a que los cuerpos satisfechos y exhaustos reclamaran descanso.
La llegada a Juan José Castro fue propicia para que los viajeros agradecieran la experiencia a los organizadores locales.