Celebramos pero también reclamamos
Al terminar la pasada semana la empresa constructora local responsable de la ejecución del proyecto del Liceo de Tiempo Completo “Mercedes Giavi de Adami” de Villa Ismael Cortinas, hizo entrega de la obra a la Corporación Nacional para el Desarrollo, por cuya vía se concretó la iniciativa.
Como hemos dicho en varias oportunidades, estamos frente a una de las obras más importantes que se han realizado en nuestro departamento en los últimos tiempos, obviamente por su magnitud, pero también por el alcance educativo que la misma tiene. Flores está pasando a ser referente en un proyecto piloto a nivel de la educación que tendrá un gran impacto regional, y eso crea enormes responsabilidades a las autoridades de la educación uruguaya, pero también a quienes han asumido el reto de poner en marcha un proyecto educativo acorde a las exigencias del Siglo XXI, a partir de este Liceo de Tiempo Completo de Ismael Cortinas.
Sin dudas se trata de un interesante desafío que encuentra a la educación en plena etapa de transformaciones, procurando cambios que estén ajustados a las realidades de un mundo cada vez más tecnificado y dinámico.
Pero de la misma forma que celebramos la culminación de este proyecto de dimensiones extraordinarias, advertimos que no admite más demoras el impulsar un nuevo Liceo en la ciudad de Trinidad, o al menos iniciar ya un proceso que lleve a encarar una ambiciosa obra de ampliación del Liceo No. 1, o poner en funcionamiento un anexo como primer paso.
Buscar una solución a un problema que año a año se agrava, es imperativo fundamental, porque de aquí a cinco o diez años –tal como se presenta el panorama- será imposible que el Liceo “Carlos Brignoni” pueda albergar a toda la población estudiantil residente en esta capital departamental.
Sabido es que hace mucho tiempo adelantó el fenómeno que hoy se da una comisión de docentes, que logró reunir a las fuerzas vivas para presentarles la realidad que se vivía en ese momento en las aulas de este Liceo. Ese trabajo incluyó un relevamiento y una consulta acerca de en qué lugar debería ubicarse el edificio de ese “Liceo No. 3”.
Han transcurrido varios años de esa “movida” pero las cosas continúan igual en lo edilicio, pero peor en materia de comodidades disponibles para los estudiantes. No queda rincón en el Liceo No. 1 que no sea utilizado para alguna clase, y más turnos es imposible implantar porque el día tiene solo 24 horas.
La superpoblación de alumnos, más las nuevas propuestas educativas que forman parte importante en la formación de los chicos, ha hecho que el Bachillerato Artístico no cuente con espacios suficientes, lo que determina que docentes y estudiantes deban concurrir a otros lugares fuera del recinto liceal, con los inconvenientes que eso trae aparejado.
Pero hoy es el Bachillerato Artístico el que no tiene espacios para desarrollar sus propuestas, pero mañana serán otras asignaturas y otros estudiantes que sufran el mismo problema.
Por eso insistimos en lo dicho al principio; celebramos el aporte que hará el Liceo de Tiempo Completo de Ismael Cortinas, pero ahora, sin más dilaciones, debe encararse una solución para el Liceo No. 1 de Trinidad, ya sea con un nuevo edificio, una ampliación del actual o un anexo. Así no están bien las cosas.