¿Amigos eran los de antes?
MUCHOS CICLOS TELEVISIVOS HAN PRIMORDIADO LA AMISTAD EN SUS TRAMAS. REVIVIMOS DOS, “LA BANDA DEL GOLDEN ROCKET” Y “AMIGOS SON LOS AMIGOS”, Y COMPARAMOS CON UNO ACTUAL, “MIS AMIGOS DE SIEMPRE”.
Marcel Daset
@DasetMarcel
Algunas de las ficciones argentinas que desembarcan en nuestra televisión charrúa, cada muerte de un Obispo, tienen como eje central, la amistad. En la década del 90 principalmente, marcaron una época y lideraban en audiencia telecomedias como “Amigos son los amigos” (1990 y 1992) o “La banda del Golden Rocket” (1991 a 1993). Hoy, 24 años más tarde, lo más cercano que tuvimos en ficciones de este tipo, fue el boom de “Graduados” (2012: que se alzó hasta con el Martín Fierro de Oro) y, actualmente cada noche a las 21.15 horas podemos disfrutar de “Mis amigos de siempre” (Teledoce), que se inició, hace algunos meses, como una típica historia de amigos que se reencuentran después de muchos años, pero, para asombro de todos, en las últimas semanas, dio un giro 100%, volcándose a una muerte violenta (Soledad Silveyra), secuestros (a Osvaldo Laport), violencia de género (a los personajes de Brédice y Attías), tiros, venganzas, donde algunos personajes de un día para el otro se volvieron duros y bravos, capaces de vengar lo que sea, como si se tratase de una serie policial. Realmente la historia de “Mis amigos de siempre” con estos ingredientes atrapa, porque de eso no cabe duda, pero muy lejos está de lo que fue la sana amistad que reinaba en “Amigos son los amigos” (aunque era más comedia divertida) o “La banda del Golden Rocket”, o “Graduados”.
“LA BANDA DEL GOLDEN ROCKET”. Qué lindo sería si los jóvenes de hoy pudieran ver en pantalla aquellas historias como “Montaña rusa”, “Clave de sol”, y de sus mismos autores, “La banda del Golden Rocket”. ¿La recordamos? Ésta última estaba basada en la relación de tres primos (Diego Torres, Adrián Suar y Fabián Vena), que no se reconocen entre sí (no se veían desde niños y crecieron alejados los tres), se reencuentran cuando heredan de su abuelo un antiguo Oldsmobile Golden Rocket 88 modelo 1957 (el «Golden Rocket»). La amistad y sus respectivas relaciones con sus novias y sus amigos son el marco para ésta historia. En la tercera temporada aparecía el personaje de Pablo (interpretado por Germán Palacios). De este programa surgieron varios de los principales actores argentinos de la década del 90. Éste programa argentino es uno de los íconos juveniles de la década de los 90, llegando a promediar 30 puntos de rating por capítulo. La historia la protagonizan tres primos: Adrián (Adrián Suar), un joven un poco tímido, que siempre hace lo correcto, es muy ordenado, y vive con sus padres y hermana; Fabián (Fabián Vena), un joven huérfano que vive en la provincia con sus abuelos, es un poco malhumorado, siempre está dando ordenes a los demás, también cuida de sus abuelos; y Diego (Diego Torres), un joven que vivía en el sur con su padre, y viaja a la ciudad a vivir solo en un loft; es un músico que aspira poder editar un disco con sus canciones. Estos tres primos no se veían desde niños, ya que cada uno vivía lejos y fueron creciendo así, alejados. Cuando su abuelo muere, su abuela (Nelly Beltrán) los manda a llamar y así reencontrarse, para comunicarle la última voluntad de su abuelo, dejarles su auto… Un Golden Rocket (color amarillo y blanco; en el cual los llevaba a los cuatros nietos siempre a la playa). Cuando tres de los cuatros nietos varones se vuelven a ver no se reconocen por el paso del tiempo, el trato y la confianza no es el mismo que el de la infancia. Como el auto les pertenece ahora a ellos, se disputan quién se quedará con el mismo. Finalmente toman la decisión de ir a vivir los tres a la ciudad, así el auto se quedaría con todos ellos. En la ciudad empiezan a recuperar esa relación de amistad que tenían desde niños, y eso los ayuda a superar situaciones amorosas que vivirán cuando descubran el amor. Por causa del auto conocerán diversas personas con las que se formará una banda de amigos, con los cuales vivirán diversas situaciones y aventuras. Con el correr del tiempo llegará Pablo (Germán Palacios), quien es el cuarto nieto. Se trata de un joven que trabaja en un circo, por esa razón es que se reencuentra más tarde con sus primos. Pablo al enterarse de la muerte de su abuelo toma la decisión de quedarse con sus primos, el auto y cerca del resto la familia; y va integrándose al resto de la banda de amigos.
CÓMO ESTÁ “MIS AMIGOS DE SIEMPRE” (Y CÓMO CONTINÚA): Así eran los “amigos” de entonces, muy diferente a “Mis amigos de siempre”, donde la amistad está pero muy dispersada, y donde, como decíamos, la trama se tiñe cada día de más violencia, porque así parece que funciona para el bendito rating. Y así sigue esta novela: La suerte parece no acompañar a Rocío (Cherri) y a Manuel (Vázquez), quienes, a pesar de amarse, no logran establecerse como pareja. Los constantes malentendidos provocan dudas y hacen tambalear el proyecto de formar una familia. Por eso, Rocío decide separarse de Manuel. Manuel se refugia en el alcohol y, ya completamente borracho, termina en brazos de otra mujer. Rocío lo ve y aquella imagen se convierte en el final definitivo de la relación… ¿Logrará Manuel convencer a Rocío de que ella es su único gran amor? Oscar (Seefeld) no tiene intenciones de dejar en paz a Carolina (Brédice), por eso decide ir tras ella. Como todos lo creen muerto, se camufla bajo un traje de médico para infiltrarse en la clínica en donde su exmujer está internada. Nadie cree en los dichos de Carolina, porque están convencidos de que se trata de alguna de sus locuras. Sin embargo, Julián (Heredia) sospecha que aquello es cierto y le prepara una emboscada a Oscar. Sin que el villano se lo imagine, Julián se recuesta en la cama de Carolina para así sorprender a Oscar cuando vaya en su búsqueda… Y para que vean que la historia continúa con ingredientes de más violencia y venganzas, se integra en estos días al elenco el actor colombiano Anderson Ballesteros, que no es otro que el reconocido mundialmente por su papel de “El Chili” en “Escobar, el patrón del mal”. Aquí interpretará a Montoya, un alto jefe narco y de una red de trata de personas. Sus subordinados serán Luciano (Amador) y Oscar (Seefeld), mientras que Julián (Heredia) será quien haga todo lo posible por desenmascararlo. En conclusión: ¿y la amistad?, muy bien, gracias… Y Montoya entra en acción. Ya instalado en Buenos Aires, Montoya (Ballesteros) comienza a coordinar sus negocios. Mientras se ocupa del traslado de un cargamento de droga, debe mantener callada a Carolina (Brédice). Por eso, se ocupa, personalmente, de mantenerla cautiva. Sin embargo, a pesar de ser conocido por su crueldad, Montoya es incapaz de lastimar a Carolina porque le resulta inevitable sentir algo por ella ¿Podrá Montoya seguir adelante con sus planes, o sus sentimientos lo traicionarán poniendo en juego sus negociados?
¿Y qué más pasará en “Mis amigos de siempre”? Por ahora, les adelantamos algo más: Luciano (Amador) ya no tiene límites, y quien se interponga a sus planes será quitado del medio sea como sea. Tal es así que, luego del enfrentamiento que hubo entre ambos, decide que es momento de terminar con Maxi (Rojas), su propio hermano. Así es como Luciano corta los frenos del auto de Maxi sin imaginar que quien se pondrá al volante será Tania (Rivero). El accidente es inevitable y la joven termina internada de gravedad…
“AMIGOS SON LOS AMIGOS”: ¿Qué les parece si culminamos este informe rememorando al exitoso ciclo “Amigos son los amigos” (1990/1992)?: la serie fue un éxito y marcó hasta 53 puntos de rating en horario central en Argentina y en Uruguay era uno de los programas más vistos de entonces. ¿De qué se trataba?: Carlín Cantoni (Carlos Calvo) era un fletero que vivía solo en un departamento que le había alquilado de palabra a una amiga. Un día, mientras intentaba intimar con una mujer, sale del baño un adolescente semidesnudo. Ese chico (Pablo Rago) era el hijo de su amiga quien se terminaría instalando en su casa y compartiendo techo. La comedia inmortalizó frases como “¡vos fumá!”, “¿qué hacés, péndex?”, “el macho del pirulín”, “¡soy un trucho!” y “¡Carolina, chupate esa mandarina!”. Uno de los atractivos de “Amigos son los amigos” era la musicalización que incluía éxitos del momento y clásicos del pop y del rock, algo no muy frecuente hasta ese momento. Por otro lado, la cortina original era el tema “Friends Will Be Friends” de Queen y también aparecía, en una repetición que Telefe hizo a principios de 1993 (año en que el programa pasó a canal 9), la canción ”Amigos”, interpretada por Los Enanitos Verdes y Alejandro Lerner. Sea como sea, la amistad en los ciclos televisivos ya no es la misma, porque los amigos de ahora no son como los de antes, porque cambiaron, porque la amistad está hoy por hoy, lamentablemente, muy contaminada. Entonces, ¿amigos eran los de antes?