Semblanzas, vivencias
Federico Paolino
Allá por 1960 se disputaba en el Estadio Centenario la primera final por la Copa Intercontinental entre el campeón europeo Real Madrid y el Sudamericano, Peñarol. Ese domingo amaneció precioso, pero cuando llegamos a la capital empezó a llover, caía agua a baldes; el partido no se suspendía de ninguna manera, las entradas agotadas, enorme expectativa y los aficionados empapados se fueron al Estadio y a las 15 horas estaba repleto.
El Real Madrid con Domínguez, Santa María, Di Stéfano, Gento, entro otros, un cuadrazo; los aurinegros con Mazurkiewicz, Matosas, Gonçalves, Spencer, Joya, otras súper estrellas y el juez fue europeo.
Un partido que prometía ser de altos quilates, lamentablemente no lo pudo ser ya que el campo de juego anegado por la lluvia impidió que fuera así.
Las súper estrellas que estaban en la cancha, no pudieron brillar y al final un cero a cero grandote en goles y juego.
Como No. 9 del equipo merengue estaba Alfredo Di Stéfano, uno de los grandes jugadores de todas las épocas, argentino que comenzó en River Plate, pasó al fútbol español al Real Madrid. Un exquisito del balompié que tuvo la suerte de verlo jugar en nuestro Estadio Centenario defendiendo varias casquillas.
Hace pocos días con ochenta y ocho años arriba acaba de fallecer, un respetuoso saludo y recuerdo del mundo futbolístico.