Bocinón

UN VERDADERO “ALEGRÓN”

Sepa usted, Ruiz, Federico
-y no es porque sea maestro-
que a “El Bocinón”, su proyecto
le causó “alegrón y pico”.
En estas líneas le explico
las razones o el por qué:
recuerda las “matinés”
en el Cine “Larrañaga”
cuando, inocente, él andaba
disfrutando su niñez.

Y por el “sesenta y tres”,
cuando el famoso tornado
hizo volar su techado
y no se pudo rehacer.
Luego, un largo padecer,
pues todo quedó en la nada:
la sala del “Larrañaga”
se durmió en un sueño largo;
de ella nadie se hizo cargo
y permaneció cerrada.

Por eso, es que yo le hablaba
del alegrón que, en efecto,
me había dado su proyecto
de reflotar esa sala.
Infinidad de veladas
puede acunar su estructura
que ofrecerá más holgura
para el artista local,
para el arte en general,
y todo lo que es cultura.

FACUNDO