Semblanzas, vivencias
Federico Paolino
Corría el año 2000, en el “Estadio Cerrado De León” en la vecina ciudad de Durazno, se llevaba a cabo una gran velada de boxeo a nivel internacional, con pugilistas uruguayos, argentinos y brasileros.
Los organizadores Ricardo Ayala, Wismart Balbuena y Pérez Arévalo, entre otros, invitaron a nuestro boxeador Carlos Bambacar, que ya estaba retirado, a su hermano y a Arturo Estívez Quintas para colaborar.
Estaban también varios argentinos que ayudaban en el espectáculo, al igual que la uruguaya, la “escultural” Mónica Farro que tenía la misión de exhibir los números de los rounds ante el deleite de los espectadores.
En una de las peleas le tocó hacer como juez a Carlos Bambacar, quien en uno de los round le aplicó a uno de los pugilistas la pena de descontarle 2 puntos por pegar agarrado y en la nuca a su contrincante.
Al finalizar dos jueces dieron empate, el tercero que era Arturo Estívez dio perdedor por un punto al pugilista penado por el juez; entonces este se acerca a la bancada de jueces y dirigiéndose a Arturo le dice: “me robó jeje”. Arturo le contesta, vos la perdiste porque el juez te descontó 2 puntos por pegar en forma incorrecta.
Avatares ocurrido en esta prueba de los puños, hace ya 14 años en nuestro vecinos del Yí.