El Ballet Nacional del Sodre se lució en el Teatro Artigas
Horacio Oyhenard
Redacción
En la noche de ayer, el Ballet Nacional del Sodre (BNS) regresó a Trinidad para presentarse con un variado repertorio y varias de sus figuras.
La velada que tuvo lugar en el remozado Teatro Artigas de nuestra ciudad, se desarrolló con la sala colmada de público.
Es más, hubo quienes tuvieron que presenciar el espectáculo sentados en sillas de PVC (blancas) o en las escaleras de la platea alta.
Si bien se había informado que no se venderían más entradas que las que permitía el local, la realidad mostró que las butacas no alcanzaron.
O bien algunas invitaciones sin contar, la presencia de niños que quizás no abonaron su ingreso pero sí se ubicaron en una butaca o simplemente un mal cálculo, llevó a que algunas de estas personas debieran ser ubicadas de esa forma.
Para las 20:00 horas la antesala del ‘Teatro’ ya mostraba a un gran número de personas a la espera de que se abrirán las puertas.
Una vez ocurrió esto, no se necesitó mucho tiempo para que la platea baja y los palcos quedaran repletos de gente.
Esto hizo que se comenzara a ubicar público en la platea superior, la que también se colmó.
A las 20:35 horas, el telón del centro cultural se abrió para recibir a la dupla integrada por la consagrada bailariana María Noel Riccetto y el bailarín solista Ciro Tamayo.
Pas d’ Esclave de El Corsario fue la primera coreografía interpretada por los bailarines. Su coreografía fue marcada por Anna-Marie Holmes, la música de Adolphe Adam & otros y el diseño de vestuario estuvo a cargo de Hugo Millán.
Posteriormente se presentó Whitout Words con coreografía de ‘Nacho’ Duato, música de Franz Schubert y vestuario de ‘Nacho’ Duato.
Allí danzaron Tatiana Mersán, Juan Carlos Pi, Gabriela Flecha, Diego Domínguez, Nicolasa Manzo, Aníbal Orcoyen, María Noel Bonino y Guillermo González.
Riccetto y Tamayo volvieron a escena para presentar un estreno del BNS, La Tempestad. Coreografía de Mauricio Wainrot, música de Philip Glass y vestuario de Carlos Gallardo.
Así fue que se continuó con un fragmento de la más reciente producción presentada por la compañía, Pas de deux de Don Quijote, a cargo de la excelente bailarina Ariele Gomes y Lucas Erni.
La joven bailarina de procedencia brasilera se ganó el espontáneo aplauso del público presente por su exposición.
Los giros y movimientos de Gomes ‘arrancaron’ el aplauso del público, más allá de lo ‘protocolar’, generándose así el momento de mayor reconocimiento.
Don Quijote cuenta con coreografía de Silvia Bazilis y Raúl Candal, la música es de Ludwing Minkus y el vestuario de Hugo Millán.
Así se desarrolló la propuesta más clásica de la compañía en la noche trinitaria.
Tras un intervalo, llegó una propuesta diferente. Un ritmo más moderno, mediante el cual los jóvenes bailarines demostraron su técnica.
Esta propuesta está muy relacionada a lo que viene ocurriendo en el mundo de la danza, donde el clásico está dando lugar a coreografías más modernas, en ritmo y movimiento.
In The Middle Somewhat Elevated coreografía de William Forsythe, música de Thom Willems junto a Leslie Stuck y vestuario de William Forsythe, se convirtió en el cierre de la actividad.
Los bailarines fueron, María Carbajal, Lara Delfino, Rosina Gil, Giovanna Martinatto, Careliz Povea, Lucía Sánchez, Ismael Arias, Esteban Clavero y Oscar Escudero.
Una vez más el Ballet Nacional del Sodre llegó a Trinidad, una vez más el público de nuestra ciudad –y de la región- pudo disfrutar de un espectáculo de danza primer nivel.
Seguramente esta no sea la última vez que la compañía dirigida por el Maestro Julio Bocca visite nuestra ciudad, ya que existe en el grupo el firme interés en continuar por este camino de difusión, bienvenido sea.