Seminario “Tierra y Producción a 200 años del Reglamento Agrario Artiguista”

Nelson Domínguez

Columnista

Paralelo al “1er. Campamento Artiguista – Gregorio Aznárez” integrado básicamente por jóvenes, y donde Flores no solo estuvo, sino que estuvo en un rol protagónico, se generó este espacio para la reflexión sobre la TIERRA. Así con mayúscula, como sostén de vida, como riel de desarrollo personal, familiar, colectivo.

Los paneles fueron desde la mirada académica, hasta el protagonismo de los trabajadores rurales cada vez más organizados, pasando por las mesas de desarrollo rural, la ANLP (Asociación Nacional de Productores de Leche), MEVIR, el Instituto de Colonización y por supuesto, el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca.

Cerró el evento el Presidente José Pepe Mujica. Fue una de esas instancias donde, y ya estamos bien acostumbrados, uno sale orgulloso porque el país ha aprendido algunas cosas y viene haciendo un ejercicio de derecho con relación a la tierra como un bien social, como un bien que nos va a trascender y con el cual debemos relacionarnos en clave de desarrollo humano y sustentable.

Desde la visión primaria del prócer, hace 199 años planteando bases para el desarrollo de la provincia a partir de la tenencia y la permanencia en la tierra.
La construcción durante el batllismo de los instrumentos necesarios para la misma tarea, el mal uso del mismo hasta el 2005, su desaparición durante el Gobierno de Lacalle, el robo descarado de tierras durante la dictadura militar.

El proyecto de readecuación de la tierra (nadie podía tener más de 2.500 hectáreas) presentado en el Parlamento Nacional en 1963, por Wilson Ferreira Aldunate. Instancia donde salió abucheado por legisladores del Partido Nacional y Colorado.

En fin, seguro un largo camino, donde la acumulación no ha sido constante, y si se mantuvo siempre alerta el sector más reaccionario y poseedor de 80% de los campos hoy.

Por tirar algún número, el Instituto de Colonización, ha comprado 52.000 hectáreas para la producción desde 2010. En ese marco, más de 1500 familias se han beneficiado. Imaginemos el impacto en el cambio de vida, en la convivencia, en la producción, en la economía,…impresionante.

Por tirar un cuento, relataba un paisano del lugar, el caso de las tierras en manos de los sucesores de Gregorio Aznárez, auto rematando sus campos a familiares, la intervención del Estado, de un juicio de casi 10 años, del estudio de abogados litigantes integrado por un candidato a Presidente, del triunfo del Instituto Nacional de Colonización y del triunfo de los pobladores del pueblo que hoy ven como desembarca el Estado desde Colonización, las Mesas de Desarrollo Rural, el MEC, la UTU, el MIDES, la OSE, ….

Nunca más se beneficiarán unos pocos con la tenencia de estas tierras porque a partir de hace bien poco, la tenencia y el beneficio es colectivo.

Nunca como hoy, el valor de la tierra se ha multiplicado, nunca como hoy, el Estado uruguayo ha adquirido tierras para colonos y para generar colonias.

LA MEJOR MANERA DE DECIR, ES HACER decía el poeta José Martí.
Por supuesto, tenía y tiene razón.
TESTIMONIO SOBRE EL CAMPAMENTO “REGLAMENTO AGRARIO ARTIGUISTA”

Este 13 y 14 de octubre, fui protagonista de un evento muy importante para las nuevas generaciones. Dado que no tuvo una difusión nacional, solamente de algunos departamentos fuimos. Como siempre Flores estuvo presente. Participamos un grupo de 20 jóvenes, intercambiando experiencias, conocimientos, dudas y certezas.
El primer día fue recreación, técnicas de campamento, y muchos juegos de integración.
Al segundo día, participamos de distintos talleres todos muy diversos, pero con el fin de explicar qué hacíamos allí, de la vigencia del pensamiento artiguista y de la fuerza de la Tierra como bien social, la tierra para el que la trabaja.
Este fue el Primer Campamento Artiguista, fue en Gregorio Aznárez, el segundo será en Flores.

Contento de haber sido parte de la historia de este campamento, como remate tuvimos la visita del Presidente de la República, que no es poca cosa.
Diego Pérez