Hacia las elecciones departamentales
LOS ECOS DE HOY
Mario Delgado Gerez
Redacción
En mayo del próximo año, tendrán lugar las elecciones departamentales para elegir los futuros Intendentes en los 19 departamentos que conforman el Uruguay.
Ya han comenzado los cabildeos previos, las negociaciones entre sectores de un mismo partido, los acuerdos posibles y la elección de los candidatos.
Si bien en algunos hay candidatos “cantados”, en otros se busca la renovación, prescindiendo de viejos y carismáticos líderes locales, que en su momento le aportaron muchos a los partidos políticos fundacionales.
Las elecciones pasadas, primera y segunda vuelta, mostraron un panorama muy distinto en cada departamento, con lo sucedido hace cinco años atrás, y con lo que se preveía de antemano, por observadores locales.
El logro obtenido por el Frente Amplio ganando en once departamentos dijo muchas cosas, y mandó una señal hacia los partidos tradicionales.
Como que es hora de ver de otra manera la problemática vecinal, de contemplar las aspiraciones de la gente y de hacer un gobierno cristalino, austero, con capacidad de ejecución, no dilapidando el dinero de los contribuyentes.
Siempre se ha dicho que las elecciones departamentales, nada tienen que ver con las elecciones nacionales, que es otra cosa, y que se juegan intereses distintos a los que se dan en estas últimas.
Cuando se está en la elección se deberá recurrir, a la hora de designar, a los mejores como aspirantes a candidatos, dejando de lado las “chacritas”, los intereses personales, los favores, y otros condicionamientos, porque eligiendo a los que se entienden con capacidad de gobernar, se estará beneficiando a la comunidad en que se vive.
Los gobiernos departamentales tienen mucho que aportar a la vida política, social y económica del país, son un gran soporte del gobierno central y como tal deberán contribuir, creemos con las mejoras figuras de cada departamento.
Una acción condenable
Un día de esta semana se produjo en calle Batlle y Ordóñez esquina Presidente Berro una acción totalmente condenable, protagonizada por el conductor de una camioneta que circulaba por esa vía de Norte a Sur.
Un perro manso, que los vecinos llamaban “Feo”, estaba terminando de cruzar la vía de tránsito cuando la camioneta se acercaba al lugar. El conductor tenía espacio y tiempo suficiente para evitar atropellar al animal, sin embargo –y ante la sorpresa de quienes casualmente pasaban por el lugar- sucedió lo inesperado.
Es difícil medir intensiones, pero dio toda la sensación que el conductor no solo que no trató de evitar el accidente, sino todo lo contrario, sencillamente lo levantó por los aires cayendo el animal muerto en la vereda.
El conductor siguió su rápida marcha, sin inmutarse. Lamentable.