Mirando hacia mayo

Se están llevando a cabo por parte de los Partidos Políticos las instancias constitucionales correspondientes, a través de las cuales los convencionales tienen la responsabilidad de elegir a los candidatos a la Intendencia de Flores para las elecciones del domingo 10 de mayo.
Ya lo hizo con la debida anticipación el Partido Colorado, ayer cumplió con ese mandato el Partido Nacional, el jueves próximo lo hará el Frente Amplio y el viernes 6 Asamblea Popular.
Quiere decir que esta semana todos los Partidos Políticos que competirán con sus candidatos por la Intendencia de Flores, se ubicarán en las mismas condiciones en las “gateras”, para iniciar formalmente la campaña electoral departamental, la cual se inscribe dentro de un proceso largo que diera comienzo con las elecciones internas y prosiguiera con las nacionales, incluido el balotaje.
No solo las colectividades políticas saben que esta nueva etapa electoral tiene una enorme trascendencia, sino la población en general y los medios de comunicación conocemos cuánta importancia reviste esta nueva elección, a través de la cual la ciudadanía tendrá la responsabilidad de elegir a los nuevos gobernantes del departamento.
Las campañas enmarcadas en este proceso electoral se han desarrollado sin contratiempos, como era de esperar, pero sobre todo se han realizado con la altura que corresponde a un sistema democrático que, como lo hemos señalado tantas veces, ha sido ejemplo en el mundo entero.
El respeto ha primado por sobre todas las cosas; no hay registros periodísticos que indiquen lo contrario, con lo cual la democracia se ha visto fortalecida. Los candidatos y sus equipos han priorizado en la difusión de sus propuestas, dejando a un lado lo que era habitual en épocas pasadas, donde el agravio era moneda corriente en las campañas electorales.
Planteadas así las cosas, con esos antecedentes a la vista, cabe esperar que ese rumbo no se desvíe, es decir, que las propuestas de los candidatos a la Intendencia de Flores primen por sobre los conceptos de descrédito al adversario político.
Es obvio que la competencia será ardua, sin dar ventajas de ningún tipo, pero ya ha quedado demostrado que las diferencias se hacen con los programas de gobierno, y también con las actitudes de unos y de otros.
Con el correr del tiempo está quedando claro que la ciudadanía cada vez tolera menos las rencillas partidarias, los enfrentamientos de candidatos, las agresiones verbales en las campañas electorales.
Hay varias cosas que se mantienen como tradición en las campañas, como son por ejemplo las visitas a los vecinos a domicilio, una tarea que es sacrificada para los candidatos pero significativa para los votantes, especialmente para aquellos que no suelen concurrir a los comités políticos.
Pero en términos generales las campañas electorales han variado en su alcance por imperio de la tecnología, y en esto tienen mucho que ver los medios masivos de comunicación y la utilización de las redes sociales, que han agregado un condimento diferente a la actividad política.
Son instrumentos que bien usados son muy importantes, pero se vuelven contraproducentes cuando acontece lo contrario.
Apostamos a una campaña donde sobresalga el respeto, las ideas, los proyectos pensando en un departamento que siga mirando hacia adelante.