Hoy y mañana
El domingo 1º de Marzo será otro día muy especial para los uruguayos, porque en esa fecha se cumplirán cinco años de la presidencia de José Mujica, y ese lapso marca la asunción de un nuevo Presidente de la República electo por la ciudadanía a través de las urnas. Un día especial también por el ejemplo que el Uruguay da otra vez al mundo, en cuanto a su vocación democrática.
El Dr. Tabaré Vázquez recibirá ese día la banda presidencial, ingresando así en la historia del país como el tercer uruguayo en ocupar dos veces la primera magistratura. Con la democracia consolidada el Uruguay transita este período de la historia, con un Presidente como Mujica que deja el sillón presidencial con un significativo porcentaje de aceptación de su gestión, lo que no deja de ser importante más allá de los análisis finos de actores políticos de la oposición, cuya mirada difiere de lo que el ciudadano común percibió a la hora de elegir a los gobernantes. En efecto, Vázquez es el Presidente más votado en los últimos 70 años, lo que mucho significa, por el mensaje que dio la ciudadanía en las urnas el último domingo de noviembre del año pasado, apostando a la renovación del contrato de gobierno al Frente Amplio, fuerza política que accede por tercera vez consecutiva al gobierno nacional.
A Mujica y su equipo le tocó gobernar en el marco de una situación regional y mundial muy particular, de dificultades en cuanto a estabilidad económica, un factor que es medida fundamental para determinar el éxito o el fracaso de una gestión. Sin embargo el Uruguay, pese a los anuncios de algunos “expertos” que en estos dos períodos de gobierno han visto frustrados sus augurios negativos, ha conservado su estatus a tal punto de ser una de los países latinoamericanos más sólidos desde ese punto de vista.
Sabido es que sobre el eje de la economía giran muchos indicadores; la realidad marca que nuestro país ha crecido en inversiones, el Interior está teniendo más protagonismo en ese sentido, la situación social no es la misma que hace diez años en materia de pobreza y de atención en servicios esenciales a las familias más desprotegidas de la sociedad, muchas de las cuales residen en el medio rural. Naturalmente que no estamos en “el país de las maravillas” y eso implica que quedan muchas cosas importantes para mejorar en temas vitales como la educación, por ejemplo, que requiere sobre todo la participación de la gente bien intencionada, que trabaje más allá de los intereses políticos partidarios.
El domingo asumirá un nuevo Presidente, de la misma fuerza política que Mujica –lo que asegura la continuación de un proceso- pero diferente en algunos aspectos que giran en torno al estilo de conducción.
Tabaré Vázquez ha expresado que “la propuesta programática la elaboramos y difundimos en un enriquecedor diálogo con la sociedad uruguaya. Porque para mejorar la realidad hay que conocerla y para ello hay que andar, ver y estar cerca del corazón de la gente».
«La historia la hacen los pueblos día a día. Por lo tanto nuestro gobierno no será fin ni principio de nuestra trayectoria, pero no será más de lo mismo. Porque el Uruguay de hoy no es el de 2005 ni el de 2010. No es perfecto pero puede ser mejor», afirmó el Presidente electo.
Bajo esa premisa asumirá la presidencia Tabaré Vázquez. No hay dudas que el diálogo fundamentalmente con los que piensan distintos es importante. La promesa ha sido recorrer permanentemente el país para conocer de cerca las diferentes realidades, y en eso estamos contestes porque no hay mejor forma de saber lo que pasa en los pueblos del Interior “topándose” con su realidad.