Presentaron informes sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer
SE ANALIZAN VARIOS TEMAS: PARTICIPACIÓN POLÍTICA, LEY DE EMPLEO JUVENIL, LEY DE PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y DERECHOS ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER, ACOSO SEXUAL, VIOLENCIA, TRABAJO RURAL Y AFRODESCENDIENTES
Mario Delgado Gerez
Redacción/Montevideo
Días pasados tuvo lugar en la Torre Ejecutiva (sede del gobierno nacional) la presentación de 8° y 9° Informe combinado de la República Oriental del Uruguay sobre la implementación de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW por su sigla en inglés), que abarca el período de 2007 a 2014.
El trabajo fue coordinado por el Instituto Nacional de las Mujeres del MIDES y la Dirección de Derechos Humanos y Derecho Humanitario del Ministerio de Relaciones Exteriores, en tanto responsables de la Comisión Interinstitucional para cuestiones de género en el ámbito internacional.
La CEDAW significó un hito histórico en la protección de los derechos de las mujeres. Fue el primer instrumento jurídico internacional vinculante que definió la discriminación contra las mujeres, obligando a los Estados que adhieren o ratifican la Convención a respetar, proteger y garantizar los derechos de las mujeres.
La CEDAW es parte de los nueve tratados fundamentales de derechos humanos y es supervisada por un Comité de Expertas independientes y elegidas por los Estados que adhirieron o ratificaron la Convención, al que deben informar periódicamente.
Estos informes, si bien fueron presentados en conferencia de prensa, no se les dio la difusión, según entendemos, que correspondía.
En los mismos se abarcan varios temas como: Participación Política, Ley de Empleo Juvenil, Programas “Yo estudio y Trabajo” y “ Uruguay Crece Contigo”, Ley de Promoción de la Igualdad de Oportunidades y Derechos entre el hombre y la mujer, Acoso Sexual, Violencia y Trabajo Rural, entre otros.
Pero se destaca uno en particular, que sigue siendo un gran tema de debate en nuestra sociedad, la situación de los afrodescendientes.
En los informes se dice que en el Censo de Población del 2011, que marcó “un hito para el reconocimiento y la caracterización de los afrodescenientes”, se reconoció que esta raza representaba el 8,1% de la población; las mujeres representan el 50,9% de la población afrodescendiente.
“No obstante -dice el informe- la distribución en el territorio de este colectivo varía entre 3% y 17% según el departamento. En materia educativa, el porcentaje de personas que asisten a centros educativos variaba según la edad y la ascendencia étnico-racial.
Los/as jóvenes afrodescendientes presentan proporciones de asistencia más bajas que los no afros. Si bien las mujeres –afro y no afro- alcanzan porcentajes más altos de asistencia que los varones afrodescendientes, la diferencia entre mujeres según ascendencia étnico-racial es más alta para el grupo de entre 16 y 18 años. Otro indicador del Censo arroja el porcentaje de mujeres adolescentes (15 a 19 años de edad) que son madres: para 2011 es 9% para las mujeres no afrodescendientes y 14,6% para las afrodescendientes.
El nivel educativo alcanzado por las personas afrodescendientes mayores de 24 años es menor al de las personas no afro”
Un 45% de los varones afro y un 42% de las mujeres afro alcanzaron Primaria como máximo nivel educativo, en cambio la población no afro presenta un valor cerca del 34% para ambos sexos. No obstante cabe destacar que, dentro de las personas afrodescendientes las mujeres presentan un nivel educativo más alto que los varones.
Desde Inmujeres se elaboró una base de datos para el auto-registro de los/as profesionales y técnicos/as afrodescendientes que viven en el país, para generar una línea de base territorial que permita fundamentar las políticas públicas y medidas especiales para ese sector y la población afro en su conjunto. A partir de los datos del Censo de 2011, se identificó que el 9.7% de la población afro son profesionales (alrededor de 25.000 personas), y que entre los/as profesionales afro, el 66% eran mujeres y el 34% varones.
De acuerdo al documento, “las mujeres afrodescendientes presentan una tasa de actividad en el mercado laboral mayor a las mujeres no afro (58 % y 54 %), aunque menor a la de sus pares varones para el año 2013. Si bien la tasa de actividad de las mujeres afrodescendientes es más alta que las no afro, la tasa de desempleo de éstas alcanza un valor de 12 % en 2013 (y de 18% en 2007), por encima del nivel alcanzado tanto por las mujeres no afro, como los varones en su conjunto.
Según categorías ocupacionales, la población afro tiene mayor presencia en el trabajo “asalariado privado” (59,6% en 2007 y aumenta a 61,3% en 2013); al comparar entre varones y mujeres afro, se evidencia una diferencia a favor de las mujeres (4,2% en 2007 y 2,9% en 2013), mientras que para la población no afrodescendiente esa diferencia es mucho menor”, se consigna.
PRECARIEDAD LABORAL
En los informes se destaca la categoría “cuentapropistas sin local”, que evidencia una mayor precariedad laboral; en donde la población afro (8,8% de varones y 9,4% de mujeres en 2007) duplica a la población no afro para ambos períodos (4,2% de varones y 4,8% de mujeres en 2007 y en 2013, 3,3% de varones afro y 5,5% de mujeres afro).
Al considerar la categoría “patrón”, “se evidencia una situación contraria: la población no afro triplica a la población afro, tanto entre varones como entre mujeres para ambos registros. Según el tipo de ocupación hay una importante diferencia en la categoría-“personal directivo de las empresas”, “profesionales y técnicos”, estando sobre representados/as las mujeres y varones no afro frente a los/as afro; por el contrario, en 2007 las personas afro están sobre representadas entre “trabajadores/as no calificados/as” (37,2% de varones y 43,9% de mujeres) mientras que entre los “trabajadores/as de los servicios” se concentran más mujeres (24,7%) y los varones se concentran en segundo lugar entre “oficiales, operarios y artesanos de artes mecá- nicas” (24%). Para el año 2013 se mantiene la misma proporción entre mujeres y varones afro y no afro94. Se destaca que 1 de cada 5 mujeres afrodescendientes que trabajan en forma remunerada, lo hacen en el servicio doméstico”.