El Profesor Juan Carlos Albarado, “La ciudad de cartón” y la Literatura Fantástica
Especialmente invitado por la Biblioteca Municipal “José Pedro Varela”, el Profesor Juan Carlos Albarado presentó ayer en el Liceo Departamental No. 1 “Carlos Brignoni” su último libro “La Ciudad de Cartón”. En este libro, lo fantástico se instala como un acontecimiento corriente en su relato, por lo que Albarado disertó ante estudiantes y docentes sobre “Literatura Fantástica”. La presentación del Profesor Albarado, estuvo a cargo del poeta José Ramón Mediza.
Poco antes de este acontecimiento cultural ECOS REGIONALES recibió la visita del Escritor y Profesor Juan Carlos Albarado, quien reconoció que la Literatura Fantástica “generalmente llama mucho la atención y cala hondo en los lectores porque no está acostumbrado a la diversidad en la que se puede caer a la hora de leer este tipo de literatura. Eso es lo que a veces llama la atención y atrapa a un número grande de lectores. Considerando además que el Uruguay tiene grandes referentes, incluso referentes que en su momento no fueron evaluados como tales y que ahora son considerados dentro de esta temática, tal el caso de particular en Horacio Quiroga”.
En este sentido dijo que Quiroga “no fue visto, hasta entrado el Siglo XX, como un posible escritor de Literatura Fantástica, y después la crítica empieza a reevaluar desde ese punto de vista también. Entonces en gran medida tenemos una tradición importante en este ámbito”.
“Eso me lleva a una gran responsabilidad a la hora de escribir”, reconoció Juan Carlos Albaradado. Explicó que eso es así “porque hay que cumplir con ciertos requisitos y hay que intentar estar a la altura”.
¿QUÉ ES LA LITERATURA FANTÁSTICA?
Consultado sobre cómo se define la Literatura Fantástica, el Profesor Albarado admitió que “es muy difícil” hacerlo porque “es muy amplio. Hay gente que quizá desde los comienzos de la Literatura Fantástica la definía con aquello que rompía con los parámetros de lo natural. La traslación de un lugar real hacia otro no real, el caso de Alicia pasando a través del espejo, pero modernamente se ha abierto mucho el campo teórico en cuanto a la definición de lo fantástico. Es así que empezamos a ver lo fantástico por ejemplo en algunos escritores que son raros, simplemente raros, con una literatura que impresiona, que llama la atención, que rompen brevemente con el concepto de realidad pero que no siempre se encuadran dentro de aquellos cánones tradicionales que conocíamos como fantástico”, explicó Albarado.
“Ya no es necesario que aparezcan fantasmas para hablar de Literatura Fantástica. Ya no es necesario pasar de un marco real hacia un marco irreal para estar hablando de Literatura Fantástica. Actualmente podemos estar hablando de Literatura Fantástica cuando ocurren una serie de acontecimientos raros con cierta periodicidad, sin que esto rompa el canon de lo real o de lo normal. Entonces es muy difícil dar una definición de Literatura Fantástica”, reconoció el escritor.
Agregó que “como la definición de la Literatura ha variado, la definición de este sub género dentro de la Literatura también ha variado y ha corrido si se quiere sus límites”.
UNA LECTURA ATRACTIVA… ¿QUE VENDE?
Juan Carlos Albarado analizó que “la lectura de la Literatura Fantástica generalmente atrapa de antemano. Catalogar un libro como de Literatura Fantástica ya tiene cierto terreno ganado, pero eso uno lo podría pensar como facilismo: Voy a escribir Literatura Fantástica porque es fácil y a la gente le gusta. Por un lado puede ser eso o por otro lado apostar a un campo o a un terreno donde hay una competencia bastante importante”.
“Hoy estamos hablando con Ramón (Mediza) acerca de algunos nombres de la Literatura uruguaya como Lauro Marauda, Ricardo Prieto, Juan Introini, el propio Rafael Courtoisie que nos han dejado muy bien parados y que en algunos momentos de su trayectoria literaria pisaron este terreno de la Literatura Fantástica, la reformularon y hasta la hicieron avanzar y subir de nivel. Si uno realmente quiere ponerse serio a la hora de escribir este tipo de cosas, tiene que tener en cuenta esta tradición que tenemos. Así que verlo por el lado del facilismo de que la Literatura Fantástica vende quizá sería una mala opción, y quizá no llegues a mucho si no se tiene en cuenta el peso de una tradición fuerte, y sobre todo el peso de una tradición bien fundamentada, con escritores de un nivel internacional”, precisó Juan Carlos Albarado.
LA LITERATURA FANTÁSTICA Y LOS ESTUDIANTES
Consultado acerca de cómo impacta en los estudiantes la Literatura Fantástica, señaló que generalmente ellos “tienen grandes nociones de este tipo de Literatura y logran muchas veces un entendimiento, una aproximación mayor por la tradición que tenemos actualmente de este tipo de Literatura. No es que considera a Harry Potter dentro de la Literatura Fantástica, pero sale de los cánones del realismo”.
“Desde ese punto de vista el alumnado y la gente joven que va al liceo tiene ya un camino andado, manejan determinados términos, determinada cosmovisión acerca de esto, y muchas veces resulta más fácil discutir y presentar estos temas con gente más diestra en este tipo de Literatura”, analizó Albarado.
“LA CIUDAD DE CARTÓN”
Sobre su última novela “La ciudad de Cartón” dijo que “propone un encuentro entre un personaje que se siente un poco abrumado en la soledad de su casa, con una mujer que irrumpe sin mayor invitación y se queda dentro de esa casa a construir algo sobre una mesa, que luego se sabrá que es una ciudad, pero esa presencia se transforma en un elemento de ruptura con la cotidianeidad del hombre que además la acepta y no logra deshacerse de ella. Eso en primera instancia”.
“En la segunda parte de la novela se propone la salida de este hombre hacia lo que posiblemente puede ser esta ciudad que construyó esa mujer en cartón arriba de la mesa. Entonces hay una intromisión dentro de la ficción que construyó la mujer. Y este vagar del hombre por la ciudad le depara encuentros afortunados y algunos desafortunados”, señaló.
Explicó el escritor que es un camino real porque el hombre recorre una ciudad, pero a veces es el camino simbólico de la vida y alguna especie de personaje que oficia como traba, como encierro. A partir de eso la novela intenta que el lector haga su propia historia, porque una de las cosas que me han mencionado más es esa especie de final abierto. ¿Qué pasa al final? O no hay final o el final no lo pongo yo y sí el lector. Esa apertura quizá bastante grande de final a unos molesta, a otros les gusta y otros vienen a preguntarse a mí como si supiera. Pero si la novela terminó ahí… terminó ahí”, afirmó Juan Carlos Albarado en su diálogo con ECOS REGIONALES.