En el Día de la Educación Rural
“Un modelo de convivencia
en una sociedad de aprendizajes…”
Hoy, 15 de mayo es un día de gratos recuerdos, no sólo para los Maestros Rurales, sino para el Magisterio en general.
En un lejano pero siempre recordado año de 1958, nacía en esa fecha, la denominada Sección de Educación Rural, dentro del Consejo de Enseñanza Primaria.
Es sin duda una fecha emblemática para todos aquellos que de una forma u otra están vinculados a la Escuela Rural, y en forma muy especial a sus docentes.
Mucho han cambiado, han mejorado y han evolucionado en infraestructura las lejanas y solitarias escuelitas rurales de nuestro desolado Interior campesino.
En aquellos tiempos de fines de la década del ‘50, la incesante lucha de los maestros daba sus frutos, aunque posteriormente por razones muy profundas de explicar, dicha Sección fue clausurada.
Nuevamente se levantó la voz y con la lucha de los Maestros se creó un Instituto Cooperativo de Educación Rural financiado por sus propios bolsillos.
Decía el Maestro Enrique Brayer que siempre “el destino de la escuela queda en manos de los docentes…”.
Por su parte el actual Director de Educación Rural, Maestro Límber Santos, ha expresado que pese a todos los esfuerzos realizados “la escuela sola no puede”.
En el año 1931 la matrícula de la Escuela Rural uruguaya contaba con más de cincuenta mil niños y hoy no llega a los veintidós mil. Con una población de tan solo el 5% afincada en zonas rurales, nuestra Escuela se debate para mantenerse abierta, para ofrecer como debe ser el espacio comunitario, solidario, pedagógico y familiar que es la Escuela Rural.
En la década del ‘90 Flores sufrió el cierre de varias Escuelas Rurales y las zonas afectadas sufrieron su ausencia, porque esos lugares son el centro social, cultural, deportivo por excelencia, donde se reúnen los vecinos sin importar a veces las distancias y en qué trasladarse a esos lugares, sabiendo que lo importante es la integración.
Nada más triste para un poblador rural que el cierre de una escuela, y fue sabiendo eso que en aquel momento se llevaron a cabo fuertes movilizaciones, haciendo entender al sistema político que un niño en un centro escolar tiene el mismo derecho que un alumno de una escuela urbana.
Ante esta realidad el desafío sigue latente. Si bien los avances contemporáneos permiten mejorar su calidad continúa acusando el problema estructural del vaciamiento de los campos, y de las dificultades que aún tienen varias escuelas por las distancias, las carencias de recursos humanos, entre otras tantas cosas.
En este día tan especial para toda la comunidad rural, y en especial para los maestros, elevamos la evocación por aquel lejano día donde, en un ejemplo más de lucha y entrega, lograron lo que tanto anhelaban.
La historia, esa “vieja” disciplina que todo lo documenta, nos trae brillantes ejemplos de proyectos efectuados en las Escuelas Rurales, pues como ya lo expresamos, son verdaderos y únicos modelos de convivencia y aprendizaje.