La otra realidad

En ediciones pasadas nos referimos a la necesidad imperiosa de no frenar la inversión pública, por ser ésta una de las palancas principales de generación de trabajo y desarrollo del país.
Analizamos el tema a la luz de algunas situaciones que se habían dado, especialmente los anuncios del gobierno central, de tener cuidado por estar prácticamente en las puertas de una crisis, por lo que había que “ordenar la casa” restringiendo gastos e inversiones públicas.
Ese mensaje provocó cierto pánico en muchos sectores, también a nivel de los trabajadores tanto públicos como privados, en la medida en que esas advertencias llegaban en el momento en que se prepara el escenario para los consejos de salarios y negociaciones colectivas, que es donde la masa obrera se juega mucho de su destino.
Pero también ese mensaje repercutió en los nuevos gobiernos departamentales, que presentando situaciones económicas diferentes cada uno de ellos, asumieron con medidas restrictivas aquel anuncio del Poder Ejecutivo, de ordenar los gastos en virtud de la difícil coyuntura que se avecina. En ese sentido Flores no fue la excepción; el Intendente Fernando Echeverría expuso públicamente que era necesario ser austero y prudente a la hora de manejar el presupuesto de su administración, y nos consta que así se está haciendo.
El “susto” abarcó a todos, o a casi todos, porque el fantasma de la crisis estaba acechando a quienes tenían propósitos de invertir antes que prevenir.
Pero ayer el escenario parece haber cambiado con los adelantos formulados, sorpresivamente, por el Presidente Dr. Tabaré Vázquez, quien, contrariamente a lo que se había interpretado de su mensaje al comienzo de la gestión –a la prueba está la decisión primaria adoptada con la obra del Antel Arena- destacó que en los cinco años habrá una inversión récord en la historia del país.
Vázquez dijo que “la inversión es condición necesaria para sostener el crecimiento que el país ha tenido en los últimos 10 años”, y que la prevista para este período es de 12.000 millones de dólares para el programa de infraestructura.
El Presidente informó que el 66% de esta inversión será financiada por fondos públicos y el tercio restante con privados, y aseguró que no está previsto el uso de reservas internacionales.
“Estas inversiones serán una extraordinaria fuente de empleo decente que aportará al fin principal que es mejorar la calidad de vida de los uruguayos”, afirmó ayer Tabaré Vázquez, detallando la otra cantidad de recursos destinados a cada rubro del quehacer nacional. Aseguró entonces que estas inversiones “van a optimizar las capacidades productivas que tiene Uruguay y su proyección como polo logístico” y permitirán “incrementar el bienestar social y mejorar la calidad de vida de todos los uruguayos”.
Por lo que se ve, sin medir si es mucho o poco el dinero que se distribuirá, a partir de ahora hay que interpretar de otra manera aquel mensaje inicial que ciertamente sembró el temor, o creer realmente que la situación cambió en pocas semanas para bien del país.
Esperemos que el departamento de Flores, a la luz de los anuncios de Vázquez, no quede rezagado en ese desarrollo que se promueve a través de la inversión público-privada.