Lucha sin pausas en un escenario bélico y de injusticia histórica
LA MUJER PALESTINA
Lic. Hugo Varela Brown
Redacción
Tal vez muy poco o nada se da a conocer sobre cómo es la vida femenina en un mundo donde la vida es poco respetada, los abusos por parte de las tropas israelíes son continuos y la inestabilidad de la vida hace difícil la consolidación familiar y más aún de la mujer. Es bueno informarlo -para los que no lo saben- que el territorio palestino que por primera vez en su historia ve ondear su bandera en las Naciones Unidas, augura la certera posibilidad de que finalmente sea reconocido como lo que siempre ha sido, desde tiempos inmemoriales: un Estado independiente.
Son muchos los factores que en el contexto internacional lo han impedido, pero por sobre todas las cosas las posiciones fuera de la historia de Estados Unidos e Israel, responsables de un estado de situación que cada vez se hace más insostenible. Allí, bajo esas condiciones de inseguridad permanente, también vive y sufre la mujer palestina, por más que pocos la hagan conocer, la destaquen, analicen sus cualidades, sus anhelos, su propia existencia.
En una entrevista efectuada por medios internacionales a su Ministra de Cultura Shiham Bargohuti -hace ya un tiempo- afirma que una de las manifestaciones del rol que cumple la mujer en Palestina se trasluce a través de su propia función, pues es mujer y se encuentra en un alto cargo de la cultura nacional. No ha sido el fruto de una cuotificación política ni partidaria, sino el fruto de la lucha de nuestras mujeres, expresa.
Para más datos, es importante destacar que en Palestina existen cinco ministras de gran peso e importancia. El ya mencionado Ministerio de Cultura, el de Salud, Educación, Turismo y Asuntos Sociales, todos ocupados por mujeres. Nunca se hubiera logrado obtener estos resultados si no hubiera sido por la lucha casi desconocida y altamente sacrificada de la mujer palestina. Es que en la injusta historia que les ha tocado vivir, ha compartido con el hombre las mismas aspiraciones, sufrimientos y responsabilidades. Viene sufriendo junto a hijos y nietos las consecuencias de los desplazamientos y abusos permanentes del ejército israelí que ocupa y abusa de su poder.
Ha sido la mujer una eterna luchadora por sus derechos de género, sus derechos nacionales y en defensa justa de su tierra, de su patria, de su patrimonio cultural y por la libertad e independencia.
En el ámbito cultural -el cual me animaría a afirmar- que es prácticamente desconocido, es digno destacar la preocupación prioritaria llevada a cabo por el sexo femenino de mantener, y apoyar instituciones y asociaciones que puedan mantener y recoger la historia palestina, principalmente en documentales, argumentos de cine, películas, mantenimiento de bibliotecas, archivos, etc. Sin dudas, según los entendidos, se ha destacado por lejos un documental filmado por mujeres, denominado “La tierra habla árabe” de un enorme valor, que transmite mensajes de profundo contenido social, político y cultural en el fortalecimiento de su identidad como Estado. Dicho trabajo fue divulgado en un Festival de Cine hecho también por mujeres palestinas.
Las noticias que nos llegan desde aquellas tierras son generalmente las que algunos medios quieren divulgar y las que plantean la verdadera realidad histórica de Palestina. En esa verdad y lucha se encuentra la mujer, que ha organizado ese notable festival cultural en una tierra desde donde a nosotros sólo nos dejan ver: refugiados, destrucción, soledad e injusticias. El largo proceso del pueblo palestino hacia su autonomía ha quedado reflejado y documentado también en el rol de la mujer y en su función responsable de difundir ejemplos de una lucha desigual, ilegal y de clarísima injusticia histórica.
Desde ECOS REGIONALES queremos tan sólo –en estas breves líneas- salirnos por un momento de lo que siempre sabemos, para destacar el rol femenino y junto a él, su responsabilidad de hacer conocer los hechos verídicos bajo el contexto, en este caso, de la cinematografía.
Si pocos lo sabían o lo pensaban, se ha documentado también en todo ese proceso, el continuo deambular de los refugiados alejados de su patria. La mujer en la cultura palestina se mimetiza en la lucha por su pueblo, por sus hijos, cumpliendo un rol que pocos hacen conocer pero que está allí siempre presente, pues también ha estudiado a fondo una realidad que sufre diariamente.
A ella nos dirigimos desde estas líneas, con una prueba más de lucha sin pausas en base a los instrumentos disponibles para hacer conocer su causa, que al fin y al cabo compartimos una abrumadora mayoría de seres humanos que habitamos este planeta.