Bocinón
DOS MIL EDICIONES
Entre “prosear” de excursiones,
y entre el dos y el tres a cero
casi olvidamos lo bueno
de las dos mil ediciones.
Ilusiones, desilusiones;
y un esfuerzo compartido
de un equipo convencido
de que se podía llegar
muy unidos a afrontar
con éxito el desafío.
Alcanzar ese objetivo
requería comprensión,
además de vocación
al proyecto colectivo.
Sin duda, clientes y amigos
-además de los lectores-
tienen también sus razones
para poder compartir
el llegar a las dos mil
exitosas ediciones.
Ha habido aciertos y errores,
con angustias y esperanzas,
pero también, tolerancia
para ir sorteando mojones.
Lejos quedan los albores;
ya pasaron dos decenios
y lo que ayer fue pequeño,
hoy es grande y más profundo:
celebremos todos juntos
la realidad de los sueños…
FACUNDO