La banda VI-EM: Éxito en Latinoamérica, y la boda de Esperanza, pero allá

EL GRUPO DE POP LATINO URUGUAYO ARRASA. ESPERANZA, LA EXFALSA NOVICIA, AL FINAL DECIDE TOMAR SUS VOTOS COMO MONJA PERO ¡EN SERIO! Y SE EMITE EL PROGRAMA ESPECIAL SOBRE EL “DÍA MUNDIAL DEL SIDA”
Marcel Daset
Redacción/Montevideo
MÚSICA: Tras meses de liderar rankings de popularidad, vuelve la banda de música uruguaya VI-EM con un adelanto de su nuevo disco. El nuevo single se titula “Mañana te olvido” y fusiona cumbia pop con un toque particular de flamenco, con su estilo único. Este 27 de noviembre pasado, entonces, estrenó nuevo videoclip rodado íntegramente en Buenos Aires, con alta definición y en formato cine, como nos tienen acostumbrados.
El mismo fue dirigido por el reciente nominado a los Latin Grammys, Diego Tucci. La canción fue compuesta por Marco Amoroso, quien junto al otro director artístico Marco Martín Vargas, dieron vida a una historia de desamor con aires de revancha.
En esta nueva etapa, VI-EM vuelve a la formación original. La agrupación le da la bienvenida a Emiliano Yona, que fuera el primer vocalista elegido por el fundador Gustavo Tagliabue (apodado El Violeta), quienes juntos dieron nombre en 2009 a la banda. Aparejado a su regreso, Emiliano trajo muchas alegrías a la banda, ya que el domingo 6 de septiembre recibieron el Disco de Oro en Uruguay por su CD «Canta», su primer álbum editado, con el mérito de ser el primer grupo de este género tropical urbano en conseguir dicha distinción. El mismo fue entregado en la Expo Miss 15, realizado en el LATU, donde el grupo cerró por cuarto año consecutivo el evento, ante miles de familias completas cantando todas las canciones.
Una semana más tarde, el prestigioso colegio de Montevideo, el Cervantes, que elige todos los años a una figura pública distinguida por los niños para entregarle el Premio Cervantes, distinguió con el premio este año a VI-EM y al productor Gustavo Tagliabue. Como si esto fuera poco, el 22 de septiembre, el grupo recibió el premio Graffiti a la música uruguaya (máximo premio en la música en nuestro país) como “artista del año”, elegido por votación de la gente entre todos los nominados a todas las categorías.
Cabe destacar que VI-EM es la banda referente del género cumbia pop o tropical urbano, que logró llegar a grandes y chicos de toda Latinoamérica con su tema «Canta», un himno que conquista corazones por su mensaje de positivismo, además los ya clásicos «Quiero verte bailar» y «Piel canela». Te dejamos aquí imágenes del back del video clip de la banda…

TELEVISIÓN (I): Mientras VI-EM es imparable, musicalmente hablando, en ambas márgenes del Plata y en lo que a TV se refiere, la comedia “Esperanza mía” continúa haciendo de las suyas. Esta semana y por El Trece en Argentina, llegó el tan esperado y ansiado casorio entre el excura Tomás y la exnovicia Esperanza, que al fin dieron el sí luego de que la chica fuera secuestrada. Claro, esto pasa allá, porque en Uruguay y a través de Teledoce (lunes a viernes a las 21:30 horas), la historia va un poco más atrasada, un poco mucho, digamos. Te contamos cómo fue la boda, un adelanto que verás por TV en Uruguay en los próximos meses: llegó el día. Tomás (Martínez) y Esperanza (Espósito) se unen en matrimonio. Atrás han quedado las dudas, los temores y los obstáculos (tanto autoimpuestos como del entorno). La felicidad que sienten es inconmensurable. Rodeados de todos sus seres queridos, ambos darán el sí, prometiéndose amor eterno.
Pero, ¿qué está pasando con esta comedia en Uruguay? Tras el dúo celestial con el también cura/cantante Joaquín (Luciano Pereyra) y Esperanza (Lali Espósito), ¿cómo sigue la cosa? Acá te lo contamos: “Si amas a alguien, déjalo libre” reza el refrán. Sin embargo, el corazón de Esperanza (Espósito) “no puede soltar” al Padre Tomás (Martínez). Su amor es capaz de superar cualquier barrera. Sin embargo, hay un obstáculo real que ya no puede zanjar. La vocación religiosa de su amado cura parece estar por encima de cualquier sentimiento terrenal. Ante la imposibilidad de concretar su sueño más profundo, decide entonces “abrazar” la misma causa que Tomás: unirse a Dios (que es como tender un lazo permanente e indisoluble con el hombre del cual se enamoró). A pesar de los intentos de Clara (Toscano) para que desista de la idea, finalmente Esperanza decide consagrarse como novicia. Y el propio Tomás será quien le otorgue la bendición. ¿Podrá la joven dejar atrás el pasado para vivir un presente (y futuro) cercano a la divinidad?
En uno de los próximos capítulos, Esperanza (Espósito) encuentra por casualidad su viejo diario, aquel en el que hacía anotaciones cuando era apenas una niña. La relectura de sus confesiones la moviliza demasiado: los recuerdos la invaden y la tristeza se instala en su corazón: extraña demasiado a su mamá. Al verla tan apesadumbrada, Tomás (Martínez) la abrazará en silencio, como modo de ofrecerle su contención. Y ambos se sentirán nuevamente confundidos…

TELEVISIÓN (II): Este viernes 4 de diciembre (hoy) a las 21:00 horas se emitirá en El Trece y Teledoce a confirmar), el programa especial anual (único envío) de la Fundación Huésped por el “Día Mundial del Sida”. Su apertura cuenta con las ilustraciones del reconocido dibujante Liniers- y tiene como protagonistas a Antonio Birabent, Julieta Zylberberg y Benjamín Amadeo, con la participación especial de Juan Leyrado. También se suman con pequeñas actuaciones Julián Weich, Clemente Cancela, Teté Coustarot, Horacio Cabak, Peto Menahem, Anita Pauls y “cameos” de Sergio Denis, Catalina Dlugi y Tony Kamo. Es así que «Dispuesto a todo» es una comedia que cuenta la historia de Julián (Birabent), un actor en decadencia que debe competir con Simón (Amadeo) -la nueva figura de la actuación- para alzarse con el papel protagónico que le devolverá la fama y el prestigio perdidos. Para tal fin, decide investigar sobre el VIH. En su derrotero, conocerá a Abril (Zylberberg), una joven con VIH, y también a su padre Silvio (Leyrado).
Después de atravesar situaciones desopilantes, Julián entenderá que no es necesario vivir con el virus para comprometerse en la respuesta a la epidemia del SIDA.