Cuando “la Justicia tarda, pero llega”
Bien podría decirse que la Justicia se está encargando de poner cada pieza del puzzle en su lugar, luego de lo acontecido en la mitad de esta semana con respecto al esclarecimiento del homicidio de un joven de 17 años de edad, ocurrido hace siete años y medio en nuestra ciudad.
Ha sido realmente como un “juego de puzzle” difícil de completar, porque las piezas que anteriormente parecían pertenecer al mismo, en realidad no lo eran, y ahora comienzan a aparecer poco a poco las verdaderas. En efecto, el “caso Matonte” había sido cerrado hace unos años, y un individuo fue a la cárcel acusado de ser autor material del homicidio.
La familia de la víctima no conforme con esa decisión, convencida que la investigación no había llegado a su máxima expresión, siguió insistiendo a lo largo de este tiempo para que la Justicia abriera nuevas instancias, aportando nuevos elementos que determinaron la reapertura del caso hace aproximadamente un año, coincidiendo con la asunción de una nueva Juez Letrada Departamental.
El miércoles se cierra una etapa de esta nueva investigación, que arrojó como resultado el procesamiento de tres personas que significan la primera respuesta que da la Justicia, no solo a la familia de la víctima, sino a la sociedad en general que se vio conmovida por el hecho, pero también por el convencimiento de que había que ahondar en las actuaciones para descubrir la verdad que en ese momento se mantenía debajo de un manto de incertidumbres.
En definitiva, nuestra comunidad quería estar tranquila de conciencia, de que se puede confiar en la Justicia más allá de los errores que pueden cometer los hombres a la hora de impartirla.
Hoy la Justicia ha logrado determinar no solamente los verdaderos culpables del homicidio, rectificando el fallo inicial que condenó a otro hombre por ese hecho, sino que además confirmó que los primeros que investigaron lo sucedido el 2 de noviembre de 2008 se equivocaron, omitieron o eventualmente manejaron a su antojo esas “pruebas” con la intención de encubrir quien sabe a quién o a quiénes.
El proceso judicial continúa, porque es la única forma de alcanzar el esclarecimiento total y absoluto de los hechos, con lo cual se fortalecerá la credibilidad de la Justicia y la sociedad recuperará su tranquilidad de conciencia.
Pero la sociedad también tiene responsabilidades para con la Justicia. Porque, al decir de la Juez actuante, Dra. María Elena Iriarte, “es muy fácil decir que la Justicia no hace nada, pero al momento de venir acá a decir lo poco o lo mucho que saben, no lo dicen, se lavan las manos diciendo: Se dice por ahí, ha llegado a oídas mías”.
En este caso sabemos que la sociedad jugó un papel preponderante y así debe ser.
Pero debe ser siempre…