Una lección histórica en un mundo de conflictos
COLOMBIA: ¡¡EL ADIÓS A LA GUERRA!!
Lic. Hugo Varela Brown
Redacción
El diario “El Heraldo”, uno de los principales colombianos, ha publicado con fecha de ayer -lunes 26 de setiembre- un titular que rápidamente ha hecho eco en otros medios y redes sociales: “Luego de 52 años de conflictos se firma la ansiada paz”.
Todo un mensaje volcado al mundo que tiene innumerables derivaciones. La lejana ciudad histórica y turística de Cartagena de Indias, en el norte de Colombia, con sus costas al maravilloso Mar Caribe, es donde se ha firmado la paz -al momento de salir esta nota-, que luego proseguirá con otros actos y jornadas donde se hacen presentes más de veinte Presidentes y varias delegaciones mundiales.
El emblemático, real, majestuoso y verídico mensaje que nos puede trasmitir el ser humano cuando existe voluntad y diálogo es inconmensurable, y ejemplarizante a nivel universal: SE HA FIRMADO EL TRATADO DE PAZ ENTRE EL GOBIERNO DE COLOMBIA Y LAS FARC-EP y otros grupos guerrilleros.
Cincuenta y dos años de conflictos, más de cuatro años de negociaciones que iban hacia atrás y hacia adelante -desarrolladas en Cuba-, millones de refugiados, desplazados y fallecidos, campesinos que quedaron en las más absoluta pobreza y sin sus cultivos alimenticios, violaciones a los derechos humanos y de lesa humanidad, surgimiento y amparo a grupos paramilitares por parte de los gobiernos neoliberales, principalmente por parte del ex Presidente Uribe, quien hoy apoya un movimiento en contra de estos acuerdos, en notoria injerencia extranjera, donde ambas partes se culpaban de los hechos.
Esto y mucho más ha acontecido en la República hermana de Colombia en un acontecimiento que ya casi era “rutina” en los medios de comunicación, por la extensión y la profundidad del conflicto.
Es importante expresar muy claramente que el predominio de gobiernos neoliberales en el país de corte netamente pro – yanquis, dificultaron el proceso hacia la paz. En los extensos capítulos, luego de agotadoras negociaciones llevadas adelante en Cuba, han quedado estampados los compromisos a cumplir, de los cuales acá quiero destacar tan sólo dos, pudiendo ser motivos de otros espacios y análisis debido a su importancia:
1.- El compromiso de analizar y estudiar en profundidad el grave problema de la tenencia de la tierra en manos de grandes latifundistas hecho que puede hacer resurgir una esperanza a los desplazados del campo, comunidades indígenas incluidas.
2.- La posibilidad en base a documento firmado de llevar a la Justicia a todos aquellos que hayan incurrido en delitos de lesa humanidad, procediendo a indultar a los demás participantes del conflicto. En una profunda reflexión, debido a su trascendental importancia, no pretendemos salir del reino de la “fábula bélica” hacia un mundo de maravillas y de utopías pacificadoras, pero sí debemos reconocer este ejemplo histórico para fortalecer el pensamiento de nuestro inolvidable Eduardo Galeano con respecto a América Latina, cuando expresaba que éramos “la región de las venas abiertas”.
En los momentos en que se lean estos rápidos conceptos, efectuados para que cuenten con la mayor vigencia posible, aún continúan los actos de los ACUERDOS DE PAZ EN LA REPÚBLICA DE COLOMBIA.
Ha tenido gran protagonismo, es justo decirlo, el Presidente actual Juan Manuel Santos, junto a un calificado grupo de personalidades latinoamericanas y de otras latitudes que han colaborado en tan anhelado acontecimiento.
Tiene hoy Colombia muy grandes desafíos sociales y económicos con su pueblo, principalmente por los altos índices de pobreza campesina. Tiene además el gran desafío mutuo de respetar y llevar adelante los documentos firmados en Cuba. Ha finalizado un durísimo período de humillaciones, muertes, desapariciones e inestabilidad, donde la ideología de la impotencia y la prepotencia, destruía cualquier posibilidad de paz.
Hoy, en una resolución tomada por la Presidencia colombiana se planifica un plebiscito sobre el tema, que al parecer tiene importantes mayorías en su favor, pese a la oposición de grupos liderados por las derechas comandadas por Uribe que no aceptan estos acuerdos. Será la historia la que se encargará de develar la importancia y la veracidad de estos momentos que vive Colombia y América Latina en su conjunto.
Los “fantasmas” de todos los conflictos mundiales en plena vigencia actual, muchos de ellos activados por intereses imperialistas occidentales, reciben un soberbio “cachetazo” como mensaje de paz y esperanza en la torturada historia universal de los conflictos “sin fin…”.
Héroes derrotados y encarcelados, revoluciones insurrectas que claman justicia, invasiones hacia pueblos indefensos, civiles muertos y que huyen como refugiados siendo presas de la muerte en el mar, reuniones sin resultados sobre el tema en las Naciones Unidas, son las grandes acusaciones que se elevan a nivel mundial, ante lo sucedido en Colombia.
La epopeya del enfrentamiento, llega a su fin y el universo en general se congratula.
Salud a la paz en Colombia, que sea duradera, justa y que traiga para su pueblo la equidad y la tranquilidad que tanto han anhelado.