En el Mes de las Personas Mayores
Desde el pasado sábado transcurre el denominado Mes de las Personas Mayores, y desde esa fecha se llevan a cabo en nuestra ciudad diversas actividades, a través de las cuales se procura sensibilizar a la comunidad sobre un tema de capital importancia, especialmente en lo que refiere al respeto de los derechos de este sector de la población, muchas veces olvidado, cuando no discriminado.
Un importante número de instituciones se unieron para desarrollar un variado programa de actividades, que en sus comienzos ha recibido una gran adhesión.
En este caso el trabajo interinstitucional, con el objetivo de promover el respeto a los derechos de las personas mayores, adquiere relevancia, un aspecto que –vale destacarlo- ha caracterizado a nuestro departamento desde hace algún tiempo.
Corresponde valorar, en este marco, que en la víspera el Instituto Nacional de las Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Social presentó el segundo Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez (2016-2019). Este documento establece los lineamientos que articulan las acciones del Estado dirigidas a proteger el ejercicio de derechos de todas las personas mayores.
El Plan fue acordado con los organismos que integran el Consejo Consultivo, órgano que asesora a Inmayores y que está integrado por la Red Nacional de Organizaciones de Personas Mayores (REDAM) y la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU), entre otras muchas instituciones.
En este sentido también cabe valorar el aporte que realizó el grupo de personas mayores que en Flores integran la REDAM, cuya participación permitió aportes significativos al documento.
Sabido es que infinidad fueron las jornadas de trabajo de este colectivo que semana a semana se reúne en la sede del Mides, buscando siempre incentivar la intervención, la cooperación, el apoyo a actividades que apuntan al fortalecimiento de objetivos comunes.
A partir de ahora, con este Plan “en carrera”, se suman nuevos compromisos y desafíos. Como expresa el documento, Uruguay presenta un ritmo sostenido de envejecimiento, expresado en una tendencia a la disminución del peso relativo de la población más joven, producto del decrecimiento en la fecundidad y el consiguiente descenso en la tasa de natalidad, y un aumento de la proporción de la población mayor resultado del descenso en la tasa de mortalidad y el aumento de la esperanza de vida al nacer. Eso revela que estamos frente a un tema que a todos compromete, es decir, a la sociedad en general.
Según se expresa, en nuestro país viven 484.407 personas mayores de 64 años lo que representa el 14% de la población total. El índice de envejecimiento ha mostrado una tendencia de crecimiento sostenida, pasando de 51 en 1996 a 67 en 2015. Es decir que en los últimos diecinueve años hay 16 personas mayores más por cada 100 menores de 15 años.
Al analizar la distribución de la población por sexo, resulta que seis de cada diez personas mayores son mujeres. Esto revela un predominio femenino en la población mayor, siendo el índice de feminidad de 151. En otras palabras, hay 1,5 mujeres mayores por cada varón mayor. Esta realidad refleja la importancia de integrar la perspectiva de género en el análisis del envejecimiento y la vejez.
Son cifras que invitan a una reflexión profunda, precisamente cuando estamos transitando el Mes de las Personas Mayores.