El tránsito, una materia pendiente para el 2017
El propio Intendente Departamental de Flores en una entrevista concedida a ECOS REGIONALES antes de la finalización del año 2016, reconoció que el tema del tránsito en la ciudad de Trinidad sigue siendo una materia pendiente. Y es así, indudablemente.
Muy poco o nada ha cambiado, pese a que en el primer semestre del año las estadísticas marcaron un descenso en cuanto a sinestros e infracciones cometidas por los conductores que circulan por las calles de esta capital departamental.
Lo que menos se ha notado, y esto lo avalan las estadísticas dadas a conocer en el informe enero-junio del 2016, es el cambio de conducta de los motociclistas. Pero no es necesario recurrir a los números, solo la observación de lo que ocurre todos los días nos permite afirmar que la inconsciencia de algunos ha llegado al extremo.
Seguimos viendo motos transportando a tres y hasta cuatro personas, algunas de ellas niños en brazos, sin ningún tipo de protección; calles que siguen siendo, especialmente en horas de la noche, verdaderas pistas de carrera de motos sin luz, sin matrícula y con escapes libres; situación que se vive también en la pista del Parque Centenario, el paseo elegido por las familias para disfrutar en esta época del año, sembrando el peligro justamente donde debería haber seguridad en este sentido, porque es allí donde van muchos niños pequeños a hacer uso de los espacios que ofrece el lugar.
Nos consta que los Inspectores hacen el máximo de los esfuerzos para controlar a estos motociclistas, que generalmente son los mismos, que con actitudes descontroladas se burlan de estos funcionarios que, en esas condiciones, pasan a desarrollar una labor muy ingrata.
Los días previos a las fiestas tradicionales, la Unidad Departamental de Seguridad Vial puso en alerta a los conductores sobre las normas que se iban a aplicar, que son las que están vigentes en todo momento.
Todos estaban advertidos que los controles de la brigada de tránsito de la Policía y los Inspectores Municipales iban a ser estrictos. Pues bien, un balance realizado por la Policía indica que ese operativo fue exitoso, de 24 espirometrías solo una dio positivo y en la ciudad no se registraron inconvenientes en el tránsito; o sea que, ahí hay una muestra de que cuando “las papas queman” la gran mayoría se ajusta a las normativas.
Pensamos que este fenómeno debería analizarse con detenimiento, para tomarlo como referencia, y para que los planes ya existentes sean ajustados a la realidad que estamos viviendo.
¿Qué pasaría si ese mismo operativo de control de los Inspectores de la Intendencia y Brigada de Policía –cumplido en las fiestas tradicionales- se realiza en horas claves, en lugares estratégicos, donde a los velocistas inconscientes les gusta mostrarse?
Algo nuevo hay que idear, porque lo hecho hasta ahora, que son esencialmente campañas de educación basadas en la prevención, pocos avances ha tenido.
Esta es una materia pendiente para el 2017, y de eso creemos que estamos todos de acuerdo.