“Hay gente que tiene mucho tiempo para dar en favor de otros; la clave es encontrar el motivo que la haga salir de su casa…”
CON MARÍA DEL CARMEN MORALEZ, UNA MUJER POLIFACÉTICA: POETISA, NARRADORA, POLÍTICA Y ACTIVISTA SOCIAL
María del Carmen Moralez es una mujer multifacética, que ha dedicado gran parte de su vida a servir a la comunidad desde diversos planos, pero fundamentalmente desde lo social. Es notoria su vocación literaria, la que abrazó desde niña, cuando –viviendo en campaña, en la zona de Marincho- no había aprendido a escribir y su madre traducía sus pensamientos en un papel. Eran otras épocas, muy diferentes a las actuales, cuando la naturaleza límpida era la gran inspiradora de poetas y pensadores.
Cuando tenía 8 años se vino a la ciudad, donde con su primera Maestra Marigloria Debellis descubrió un mundo nuevo, cargado de novedades que contribuyeron a la formación de un ser ansioso, dispuesto a brindarse a los demás y a sí mismo.
Esas fueron raíces que crecieron para, cuando ya mayor, María del Carmen Moralez comenzara a destacarse por su obra social en nuestro departamento.
Hoy está vinculada a un sinfín de instituciones y organizaciones vecinales. Hace muchos años ya integró la Comisión de calle Ansina que hizo posible la obra de alumbrado público en 12 cuadras de esa vía de tránsito y 6 cuadras de saneamiento. Luego estuvo en la Comisión de Vecinos de calle Carlos Farro Debellis donde se efectuaron una serie importante de mejoras en servicios públicos.
Hace 31 años que está vinculada a la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Flores, como socia primero y directiva después, habiendo ejercido la presidencia a lo largo de ocho años. En la Parroquia de la Santísima Trinidad es catequista desde el año 1985 y en la actualidad está dedicada a las charlas de bautismo. Desde el año 1989 –hace 28 años- está integrando la Sociedad Civil “Compromiso y Solidaridad” que gestiona el CAIF de Barrio Ribot. También sirve a la Cruz Roja Departamental, integrando su directiva, luego de desempeñarse como funcionaria durante seis años.
María del Carmen participa en la actualidad en la Red del Adulto Mayor (REDAM), en esa lucha permanente en la defensa de los derechos de las personas mayores, cuyo trabajo se proyecta a nivel nacional. A su extenso currículo social agrega su actividad política, ejercida con mayor dedicación en el período post dictadura, habiendo sido electa edil por el Partido Nacional.
Pero más allá de eso, esta mujer inquieta, incansable, comprometida, está a la orden “para lo que me pidan”, según manifestó a ECOS REGIONALES en la entrevista realizada en la sede de AJUPENFLO, donde concurre todas las mañanas a aportar lo suyo a una Comisión que se destaca por su organización y su entusiasmo.
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ECOS REGIONALES propuso a María del Carmen Moralez dialogar sobre aspectos de su vida. Tiene los recuerdos muy frescos de la época en que vivía en el campo, entre el Marincho y el Yí. Esa zona la inspiró para lograr uno de los textos poéticos más nostalgiosos y estremecedores, traducido en la conocida “Chamarrita de Marincho” que interpretan nuestros cantores porongueros.
María del Carmen se emocionó más de una vez durante la entrevista, porque siente lo que dice…
-¿Qué se necesita para poder cumplir con tan grande obra social?
-A mí me hicieron ver que estamos para servir. Lo que se necesita entonces es vocación de servicio.
Sabiendo que todos los dones vienen de Dios, yo me jacto de tener un espíritu pacificador para que todos podamos estar unidos. Juntos podemos hacer mucho, separados no hacemos absolutamente nada.
Cuando se producen discusiones fuera de tono en las comisiones producen divisiones, debilitando al grupo, perdiendo un precioso tiempo que se podría estar aprovechando en actividades creativas y positivas.
-¿Cómo estás viendo a la sociedad en ese sentido?
-Veo que hay cada vez más descreimiento. Veo que la juventud no se está adhiriendo como antes a actividades voluntarias por el bien de los demás. Hoy predomina el dinero por sobre el voluntariado, la frase de “si no me pagan no voy” está minando las mentes.
No sé si será por los años que tengo que tengo esa percepción, pero la verdad que me preocupa mucho que sea cada vez más difícil acercar a los jóvenes a actividades no remuneradas.
-¿Por qué piensas que se da esa situación?
-Creo que desde hace muchos años se le está dando mucha importancia a lo material y los presupuestos espirituales van quedando relegados. No se trata de pensar así porque sea catequista, pero es un fenómeno que se está dando a nivel mundial.
Tenemos que tomar conciencia que lo espiritual tiene mucha importancia. No olvidemos que somos cuerpo, pero también espíritu.
-¿Cuánto juega la familia en todo esto?
-Juega mucho. Recuerdo que en mi casa se leía muchísimo; todos leíamos libros que ponían especial relevancia en la parte espiritual… la ayuda, la solidaridad, el amor a los demás. En una palabra, aceptando todos los mandamientos de Dios y llevándolos a la práctica.
-¿Cómo impactan en la sociedad los reiterados hechos de violencia de género, que han tenido últimamente una gran repercusión pública?
-Lo que venía diciendo juega a mi juicio un rol muy importante. El hecho de que ya no importa mucho tener un hogar en paz, un hogar unido por los más puros valores del ser humano. Como que cada uno tira para su lado… falta paciencia, tolerancia, compromiso.
Interesarse por las necesidades de los demás ayuda a ver la vida de otra manera.
-Te toca trabajar en instituciones que atienden tanto a niños como a personas mayores, ¿cuál es el trato que están recibiendo de la sociedad esos sectores que han sido tradicionalmente los más vulnerables?
-He constatado que desde hace poco tiempo se volcó la mirada sobre las personas mayores. Hace muy poco tiempo estábamos relegados al desván de la casa, ubicados en un rincón. Siempre decía que si viniera a esta tierra gente de otro planeta pensaría que acá no existe la vejez, porque los “viejos” no tenían visibilidad, y menos visibilidad todavía sus problemas.
Creo que cada vez más la sociedad se está volcando a las franjas etarias más vulnerables, como son las personas mayores y la niñez.
En cuanto a la atención de los niños, digo que no existe en el Uruguay un Plan como CAIF. Para mí es el mejor Plan porque se toma al niño en su integralidad. En ese sentido el Plan CAIF es maravilloso y está teniendo muy buenos resultados. Me remito a lo que dicen las Maestras de Inicial y Primaria, quienes notan cuando un niño ya lleva incorporado a su ser aptitudes como el compañerismo y el saber compartir con los demás.
-¿Por qué los problemas parecen centrarse más en los adolescentes y jóvenes, cuando existen tan buenos programas de formación, como el Plan CAIF, por ejemplo?
-La edad de la adolescencia es muy problemática, porque es cuando el chico se siente “tironeado” de todos lados. Aunque haya tenido una base muy sólida en la familia o en un CAIF, las tentaciones de hoy son muy grandes y ponen en riesgo muchas cosas. Por algo se llama “adolescente”, porque adolece de la suficiente capacidad y madurez para saber o discernir acerca de cuál es el mejor camino a seguir, qué es lo mejor para todos.
-¿Quién o quiénes son los responsables de una mejor orientación en ese plano?
-Recién ahora se están formando grupos de personas que atienden a chicos que han desertado de los centros de estudio, del liceo, de UTU… Es cuando ellos están fácilmente vulnerables y deben enfrentarse a las grandes tentaciones que ofrece el mundo.
Es una difícil tarea el orientar y poder manejar a esos chicos que están en una edad transitoria. Por eso creo que es necesario que se formen cada vez más grupos de personas para atender a esos adolescentes que han desertado de los centros de estudio y que no tienen trabajo.
Es un sector de la sociedad muy vulnerable que hay que atender con mucha responsabilidad.
-¿Hay personas mayores disponibles y con ganas de hacer ese trabajo?
-Pienso que sí. Estoy estrechamente vinculada al trabajo con personas mayores y sé que hay muchas de ellas que jamás salen de su casa, que están encerradas, que se han automarginado, padecen una situación de estrés y son presa fácil de la depresión, porque están enfocadas solo en lo de ellos.
Hay gente que tiene mucho tiempo para dar en provecho de otros; la clave es encontrar el motivo que la haga salir de su casa, que la haga ver que pueden ser útiles a la sociedad. Todos podemos dar algo de nosotros; no importa la pobreza material y la pobreza intelectual cuando existe la voluntad de abrir el corazón a los demás.
Ésta puede ser una buena razón para dar lo que podemos dar, a quienes realmente necesitan de nuestra ayuda.
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La producción literaria de María del Carmen Moralez ha sido abundante y también visible, porque su participación en Concursos ha sido una constante, de la misma forma que el lograr premios por la calidad de sus obras. Cuenta que en el año 1985 se presentó por primera vez a un Concurso Literario, en este caso organizado por el periódico “La Idea Nueva”, obteniendo el Primer Premio. Ese logro la alentó a seguir acrecentando su producción literaria, hasta que en el año 2008 edita su primer libro gracias al apoyo recibido por el Departamento de Cultura de la Intendencia; un poemario que tituló “Sembrando Alas”. Mientras tanto en el 2009, a través de la misma vía, María del Carmen editó su segundo libro, esta vez un Ensayo sobre Vida y Obra de Elías Regules, titulado “Raza Genuina”. Muchas son las obras que tiene escritas, incontables, y se dispone a editar dos libros más, uno de poemas que se va a llamar “Preludiando el Vuelo” y otro de cuentos titulado “Déjame contarte”.
-¿Cuándo descubriste la vocación de escribir?
-Antes de entrar a Primaria hice un poema dedicado a una amiga que tenía de vecina. Le pedí a mi madre que me lo escribiera porque yo todavía no sabía escribir. Mi primera Maestra fue Marigloria y fue ella que me incentivó para que siguiera escribiendo; recuerdo que se hacían pequeños concursos en la clase, a los que por supuesto me adhería porque me encantaba.
Otra cosa que me ayudó a descubrir la vocación fue la actitud de mi madre, que me enseñó a amar a los libros. Leyendo uno se instruye, encontré otros caminos que no conocía para transitar en la vida.
Recuerdo que viviendo en campaña no teníamos ni lápices ni cuadernos, y mi madre me enseñaba a escribir con un palito en el patio de balasto. Así aprendí las primeras letras.
Me parece fundamental incentivar la lectura, sobre todo ahora cuando los chicos pasan muchas horas frente al televisor o con la computadora. En la Asociación de Jubilados tenemos la Biblioteca Infantil para que los chicos lean, y me parece un buen paso estimular la lectura en los niños, adolescentes y jóvenes.
-¿Cuáles son los temas que prefieres abordar en tus trabajos literarios?
-Prefiero escribir sobre las bellezas naturales; ir por el lado de la ecología. No me canso de extasiarme ante un poniente, ante el mar, ante un campo con distintos verdes y matizado con diferentes flores.
-¿Por qué esa elección?
-No lo sé bien, pero posiblemente porque me crie en el campo, donde estuve hasta los 8 años. Siempre digo que recién cuando grande me di cuenta que en aquella época carecía de muchas cosas materiales, pero era igualmente el ser más feliz del mundo. ¡Fui la niña más feliz del mundo!
Recuerdo que cuando me vine a la ciudad y comencé a ir a la escuela, recién me di cuenta que existía otra cosa que no eran los tamangos. Tamangos que me hacía mi padre, que usaba en campaña y que además adoraba…
-¿Cómo fue para ti ese mundo nuevo de la ciudad?
-Extrañé mucho los campos, las majadas, todo… Me acuerdo que un día presencié una “majadita” en una calle de barrio y me puse a llorar, por la nostalgia que sentí en ese momento.
Por otra parte, me encantó tener otras compañeras, porque mi relación de niña fue solamente con mis hermanos. Por supuesto que las Maestras fueron una guía importante para mí inserción en la ciudad y también para ir perfeccionándome en la escritura. Para eso leer es fundamental, recibir esa riqueza que está en los libros.
-¿Hay en Flores posibilidades de desarrollar los valores culturales?
-Ahora veo más posibilidades, contrariamente a lo que sucedía tiempo atrás. Era muy difícil hasta para poder competir. Ahora podemos acceder a las nuevas tecnologías, acceder a la computadora, mientras que antes había que pasar todo a máquina de escribir mecánica. Algunos incluso no tenían ni siquiera la posibilidad de pagar a alguien para que le pasara a máquina los trabajos. Era difícil…
-¿Cuál es tu relación con la tecnología?
-Cada vez mejor. Los nietos son una luz y uno trata de ponerse a tono con el siglo, porque si no, nos vamos quedando atrás. Hoy nos damos cuenta de todas las ventajas que tiene esa tecnología; por ejemplo ¿quién iba a pensar que en una cosita tan chiquita como un pendrive iba a almacenar 15 cuentos?
Es maravillosa la tecnología, y es bueno que cada vez más las personas mayores se pongan en comunicación con el mundo nuevo.
Son contadas con los dedos de una mano las personas mayores que dicen que no entienden el manejo de una tablet. Es a través de este instrumento que podemos ver las caras de los seres queridos que residen en otros países, cosa que era impensable antes.
-¿Qué utilidad mayor le das a la tablet?
-Me encanta la música clásica y disfruto de conciertos. Hace poco vi uno trasmitido desde Leningrado que fue maravilloso. La uso en cantidad de cosas, pero lo que más me gusta es eso.
-¿Qué te dicen tus nietos?
-Están contentos, pero una vez uno de ellos –cuando le fui a pedir ayuda- me dijo: Abuela, la tecnología no se hizo para vos, andá a escribir que es lo único que sabés hacer. Ya lo perdoné…
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Muchos son los logros literarios de María del Carmen Moralez. Luego de aquel primer premio del Concurso de Poesías organizado por “La Idea Nueva” en 1985, logró en 1989 una mención en el Concurso de Cuentos “Melvin Jones” organizado por el Leonismo Internacional. En el mismo año recibió un reconocimiento en el concurso de cuento y poesía “La República de las Mujeres” y un año después obtuvo el segundo premio del Concurso Literario en la Fiesta Nacional de la Cultura.
En el año 1992 María del Carmen Moralez logra una Mención de Honor en el Concurso “Dr. Alberto Manini Ríos” en A.E.D.I y al año siguiente obtuvo el Tercer Premio Ensayo en el mismo evento.
Más acá en el tiempo conquista la Primera, Segunda y Tercera Mención en Concurso Literario de ECOS REGIONALES, Intendencia Municipal de Flores y Junta Departamental de Durazno, siendo posteriormente finalista del Concurso Internacional de Relatos “Demetrio Cañizares” organizado en Madrid, España.
Entrado el año 2000 obtiene el Segundo Premio del Concurso “Mario Alcides López” y el Tercer Premio del Concurso Literario “Cuentos para la Paz”. También logró una Mención Especial en el Concurso organizado por la Revista “Nuestro Horizonte”, de Rocha y Menciones en categoría Poesías y Cuentos de los eventos promovidos por el Centro Hispanoamericano de Artes y Letras “Apa Lucas”.
Entre otros logros, le fue otorgado el Primer Premio en el Festival “Todo el Uruguay Canta en Durazno” con la canción inédita “Chamarrita de Marincho”, musicalizada por el entonces Dúo Coplas, integrado por César Pinto y Germán Barrios.
Como se dijo, ha editado dos libros y pronto verán la luz pública dos nuevas publicaciones.
Cabe agregar que en el año 1996 María del Carmen recibió el “COFAC del Año”, distinción otorgada a ciudadanos impulsores de acciones comunitarias.