El cooperativismo vuelve a generar trabajo y desarrollo

Es una buena noticia la que dio el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, en cuanto a que el número de cooperativas se triplicó desde la aprobación de la ley para impulsar al sector en 2008.

Según expresiones de Murro en momentos de la conmemoración del Día Internacional del Cooperativismo el 1ro. de julio, Uruguay pasó de 1.100 a 3.600 cooperativas en todo el país.
Particularmente los porongueros debemos celebrar esta noticia, porque sabido es que Flores fue pionero en la creación de las primeras cooperativas, y en impulsar un sistema que continúa vigente y probando que a través de la unión de ideas y de esfuerzos es posible alcanzar metas que sería imposible lograr a través del trabajo individual.
Cada Día del Cooperativismo es dable recordar la obra que en ese sentido llevaron adelante en nuestro departamento “Lucho” Estrade y Noemí Badía, conjuntamente con un grupo de personas progresistas en sus ideas y en sus acciones.
Cabe recordar con emoción esa obra de proyección solidaria, y exaltarla como corresponde porque es uno de los orgullos que tiene Flores, en la medida en que el sistema adoptado por muchos colectivos allá por la década del 60, permitió el desarrollo local en diferentes planos.
El surgimiento entonces de cooperativas de producción, de vivienda, de consumo, de ahorro y créditos marcaron fuertemente al departamento de Flores. El cooperativismo creo ciudadanía, unió a la sociedad para alcanzar objetivos destinados a una mejor condición de vida.
En los años 70 y 80 esa fortaleza -la unidad en la solidaridad- molestó mucho a los dictadores del momento, quienes intentaron destruir al sistema cooperativo, persiguiendo a aquellos hombres y mujeres que tomaron la idea para proyectarla a todo el país, convencidos que por el lado de la participación organizada estaba la generación de trabajo y la promoción del desarrollo personal y colectivo.
Aquel primer empuje se desvaneció en esa época, el gobierno de facto creó otros sistemas individualistas de participación, pero aquella semilla del cooperativismo había quedado sembrada en tierra fértil y pronta para rebrotar en tiempos de libertad.
Recuperadas las instituciones democráticas el cooperativismo volvió a recuperar espacios, pero no los suficientes. Pasaron muchos años para que los colectivos sociales pudieran recobrar su protagonismo en el quehacer nacional, poniendo a prueba nuevamente las bondades del sistema cooperativo.
Hoy, tras muchos años de lucha, el cooperativismo vuelve a jugar su papel protagónico en el desarrollo del país, siendo Flores un ejemplo de avanzada, con la “explosión” que ha tenido el movimiento cooperativo de vivienda, que ha permitido a infinidad de familias solucionar el problema del techo propio.
El anuncio del Ministro Murro en cuanto a que en los próximos días se estimulará la presentación de proyectos sustentables con el Fondo de Desarrollo para promover el sistema cooperativo es otra buena noticia.
“Estamos en un buen momento para que la economía social y cooperativa continúe contribuyendo a un mejor desarrollo, más igualitario y solidario en el país», dijo el Ministro, lo cual alienta la esperanza de un cooperativismo cada vez más sólido.

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