Por una cuestión de transparencia

En los últimos días ha sido motivo de comentarios y análisis de todo tipo, un proyecto de ley presentado en estos días en el Parlamento Nacional por el diputado Gerardo Núñez, que apunta al objetivo de regular los viáticos de los legisladores.

De acuerdo a la información que se ha divulgado, este proyecto consagra un régimen de liquidación de viáticos en virtud del cual se establece la obligación de justificar gastos, así como la devolución de remanentes.
Las rendiciones de cuentas se referirán, según la iniciativa, a comprobar el número de días transcurridos fuera del país, y deberán ser presentadas ante la presidencia de la Cámara en la que se desempeñe el legislador o el funcionario de que se trate, dentro de los diez días corridos siguientes a su reintegro, adjuntando los comprobantes correspondientes.
En el mismo sentido, se establece la obligatoriedad del descuento de los haberes del legislador o funcionario de que se trate en caso de gastos que no fueren debidamente documentados.
Cabe recordar que el sistema actual deja librado a la voluntad del legislador la devolución de las partidas entregadas para la realización de viajes.
En tanto, se establece como principio general la no percepción de viáticos cuando los gastos emergentes de la misión fueran solventados por la entidad que organice la actividad, con excepción de una partida menor para la cobertura de imprevistos.
Este proyecto de ley nos merece un primer y claro comentario; el mismo revela que algo anda mal en el sistema político que centra sus actividades en el Parlamento Nacional.
Un razonamiento muy simple, si en el Palacio se actuara con transparencia en cuanto al uso de los dineros públicos destinados a viáticos, ese proyecto de ley no tendría sentido. Pero alguien entendió que es necesario impulsar esa iniciativa, porque evidentemente encontró motivos que revelan de alguna manera la existencia de actitudes que no se corresponden con la honestidad política.
En efecto, de las 109 partidas por viáticos que otorgó la Cámara de Diputados por viajes al exterior de funcionarios y legisladores -por algo más de US$ 150 mil- en la mayoría de los casos (67) no hubo devolución de dinero.
Más precisamente, en estos meses del año, los viáticos pagos por la Cámara de Diputados fueron US$ 150.655, de los cuales se devolvieron al Parlamento US$ 7.713.
Así surge de información oficial de traslados fuera de fronteras realizados entre enero de 2017 a la actualidad, según lo publicó este lunes el programa En Perspectiva.
Corresponde reiterar que la normativa vigente no obliga a los legisladores a presentar boletas de los gastos realizados. Al regresar de los viajes, cada uno de los que recibió un viático, entrega una nota sumarial.
Por tanto, devolver dinero es una cuestión voluntaria para los legisladores. Y a nuestro juicio esa voluntad debería manifestarse usando la mayor transparencia.
En este caso el proyecto de ley está dirigido a ordenar los gastos en el Parlamento Nacional, pero tendríamos que ver también qué es lo que pasa en las Juntas Departamentales respecto a este tema.
Se ha hecho costumbre que este tipo de comentarios caiga mal en el sistema político, y hasta se ha llegado a decir que estos análisis no le hacen bien a la democracia. Nosotros pensamos que quien manipula los recursos públicos en base a sus propios intereses es quien, realmente, le está haciendo daño a la democracia.