Asuntos urgentes…
El Ministro de Trabajo, Ernesto Murro, repasó en las últimas horas los proyectos de ley a estudio del Parlamento tras la asunción de Lucía Topolansky como Vicepresidente. En declaraciones a la Secretaría de Comunicación Institucional, Murro valoró positivamente la coordinación con bancadas parlamentarias y sectores sociales, recordando que está a consideración de la Cámara de Diputados el proyecto de los llamados “cincuentones”, que puede beneficiar a unas 40.000 personas. A consideración del Senado se encuentra el proyecto de reforma de la Caja Militar; a esto se suma el convenio 171 sobre trabajo nocturno. En forma paralela, la Cámara de Senadores recibió propuestas del Ejecutivo para introducir modificaciones en el proyecto ya aprobado por Diputados sobre inserción laboral de personas con discapacidad.
Estos son solo algunos proyectos de ley que están demorados en el parlamento. Todos son muy importantes, pero, en tren de seleccionar algunos, entendemos que –por razones de justicia social- hay dos de urgente consideración, como son los que promueven la inserción de las personas con discapacidad en el mundo laboral, y la reforma de la Caja Militar.
Por un lado, está a estudio del legislativo un proyecto sobre la inserción de las personas discapacidades en el sector privado, una iniciativa que ha ameritado una movilización de ciudadanos –también de Flores- para impulsar y agilizar su aprobación. Pero, conjuntamente con este tema, está la necesidad de aplicar en todos sus términos la ley ya vigente respecto a la inserción de trabajadores discapacitados en organismos públicos. La “cuota” establecida en la ley no se cumple en muchos casos, por lo que es preciso reconocer ese hecho y tomar conciencia que es el Estado quien debe dar el ejemplo en el cumplimiento de las normas.
Estamos de acuerdo, por supuesto, que exista una ley para propiciar la inserción de los discapacitados en el sector privado –para ello las empresas contarán con beneficios tributarios-, pero también es imperioso que los organismos de contralor, si es que los hay, asuman la responsabilidad de verificar si los porcentajes de ingresos determinados en la norma se cumplan. Aquí hay dos temas que los legisladores deberán resolver.
El otro asunto que entendemos prioritario que el legislativo nacional atienda es la reforma de la Caja Militar, porque aquí existe una injusticia que hay que reparar. El sistema jubilatorio –Caja Militar de por medio- está discriminando flagrantemente a los ciudadanos, en forma muy similar a la época en que los dictadores de turno calificaban a los uruguayos con las letras A, B o C, según la ideología política que profesaban. Hoy existe un régimen jubilatorio por el cual en este país los ciudadanos se jubilan a los 60 o 65 años, más o menos con la mitad o un poco menos de lo que se gana en la vida activa. Los militares –según informó la Senadora Constanza Moreira que estuvo en Trinidad hace poco- se jubilan con 25 años de trabajo, a partir de los 40, 42, 45 años con el cien por ciento de sus haberes jubilatorios.
“Estuve averiguando y ni siquiera en el ejército de los Estados Unidos –que es el ejército del mundo- nadie se jubila con el cien por ciento de sus haberes. A los 25 años de ejercicio se jubilan con el 50%, y si están un poco más con el 75%. Entonces, creo que hay que hacer la reforma jubilatoria por dos razones. Por razones de justicia porque no puede haber un tratamiento tan privilegiado para unos y un tratamiento que mide con la misma vara al resto. Y también por razones de plata; pensemos que hay unos 27 mil efectivos en las Fuerzas Armadas, lo que causa una especie de agujero negro al régimen de previsión social”, puntualizó la Senadora Moreira.
Al menos da para pensarlo…