Cuando todavía quedan fuerzas para volver a empezar…
Hace algunos días la sociedad trinitaria se vio conmovida por uno de los incendios más devastadores, como fue el de la Farmacia Del República, en pleno centro de la ciudad de Trinidad. Las pérdidas fueron totales, según se informó en el parte policial, a poco de apagarse la última llama que quedaba en el interior del comercio.
Bajo este panorama desolador, muy pocos seguramente pensaron que a quince días de ese triste episodio Farmacia Del República estaría nuevamente prestando servicios a la comunidad.
Ayer esta Farmacia volvió a abrir sus puertas en calle Batlle y Ordóñez 1023 (domicilio de sus propietarios), dando una gran lección de lucha, de trabajo, de no dejarse vencer por la adversidad por más dura que sea.
El 18 de diciembre se convertirá probablemente en una fecha importante para la familia Pérez – Quinteros, por este hecho de la reapertura de su comercio y porque en ese acontecimiento estuvieron acompañándolos personas que, sintiendo la misma tristeza el día del incendio, supieron estimular a los damnificados y sobre todo sumar fuerzas para ayudar a construir de cero un proyecto sostenido en la ilusión.
Con sentimientos encontrados y con emoción casi incontrolable, Martina Quinteros admitió que “la sensación del momento aún sigue siendo de mucho dolor, porque es muy complicado el volver a empezar. Sin dudas que hemos tenido muchísimo apoyo de mi familia, de amigos, de gente conocida y de gente desconocida que se solidarizó con nosotros diciéndonos van a salir adelante. Yo que creí que todo se derrumbaba –porque se destruía un proyecto y las ganas de progresar- pero hoy estamos de pie, pensando que todo es posible”.
“Yo provengo de una familia humilde y trabajadora, me ha ido bien porque me he preparado, fue así que fui creciendo a nivel laboral pero un día decidí dejar un excelente trabajo que tenía en Montevideo –levantándome a las tres de la mañana para volver a casa a las ocho y media de la noche- para apostar a este proyecto de la Farmacia. Puse muchas ganas en este emprendimiento, con el que solo quería dar un servicio a la gente con amor. Porque generalmente uno va a la Farmacia para valerse de algo que calme el dolor, aunque también podés comprar un perfume, una chalina o un collar. Por eso quería ayudar a esa gente en el dolor desde este humilde lugar, sin saber nada de Farmacia. Durante este año me preparé, realizando el Curso de Idóneo en la Universidad Católica, recibiéndome –paradójicamente- después que la Farmacia se incendiara”, comentó Martina a ECOS REGIONALES.
Recordó que la Farmacia fue una apuesta muy fuerte en lo personal, en el entendido que su esposo no estaba muy de acuerdo con ese emprendimiento. Así y todo, compró “Del República” con un socio, quien “se puso al hombro la Farmacia el día en que se había convertido en cenizas. Y cuando digo cenizas, eran literalmente cenizas”, expresó gráficamente la empresaria.
“Hoy gracias a la familia, a los amigos, conocidos y no conocidos, a los proveedores que han sido muy generosos, estoy empezando una nueva etapa, la de reconstruir esperanzas e ilusiones”, manifestó Martina Quinteros, entre saludos de la gente que llegó ayer a acompañar y a ayudar a colocar los nuevos cimientos del renovado proyecto…