Tres años han pasado…

Se están cumpliendo tres años de la asunción de las autoridades que conforman el gobierno departamental, en un hecho que tiene su significación desde varios puntos de vistas, pero fundamentalmente porque se trata de un nuevo mojón en ese tránsito democrático que tiene a la descentralización como uno de los motores más activos.

Hace tres años asumían responsabilidades de gobierno, las personas electas para ejercer los cargos de Intendente, Ediles de la Junta Departamental, Alcaldesa y Concejales del Municipio de Ismael Cortinas, en actos que se reiteraron en todos los departamentos del país.

Corresponde destacar que estos tres órganos representativos del sistema democrático conforman, cada uno con sus responsabilidades, el gobierno departamental, lo   que supone analizar estos tres años desde una perspectiva más global, sin que ello implique, obviamente, desconocer los roles de unos y de otros.

¿Qué es lo más destacable de estos tres períodos del actual gobierno departamental?

Cada uno seguramente tendrá su respuesta a esta interrogante, muchas serán coincidentes y otras tantas no, y es lógico que así sea.

A nuestro juicio, uno de los aspectos que han merecido especial atención, es la marcada disposición a acordar acciones por parte de los actores del gobierno. Es decir, la adopción de la cultura de la negociación, atada a un gran sentido de tolerancia a la hora de las discrepancias, a tal punto que en muchas ocasiones la “línea divisoria” entre el oficialismo y la oposición ha sido tan difusa que casi se ha perdido en el escenario político departamental.

Quienes hemos seguido durante muchos años este proceso, elección tras elección pos dictadura, hemos recogido desde el periodismo experiencias diversas, muchas de ellas signadas por rencillas agotadoras que se dieron dentro de un mismo partido –en este caso concreto el Partido Nacional que ha sido tradicionalmente mayoría, y han recaído en él las mayores responsabilidades de gobierno- que originaron hechos que nada aportaron al conjunto de la sociedad, y muchos menos al desarrollo del departamento.

Fueron etapas de debates agitados en la Junta Departamental, producto de diferencias y resentimientos entre “ganadores y perdedores” de una elección, que dejaron un mal ejemplo; una lección que poco a poco se fue aprendiendo, a partir, seguramente, del análisis de los resultados que dejó esa experiencia.

Es evidente que aquel tiempo contrasta con la actualidad, y celebramos que la madurez política sea una señal que aparece como más visible en estos momentos, sin que ello implique que sea original de este período, sino que forma parte de un proceso que se ha venido dando en los últimos años con actores que forman parte de nuevas generaciones de políticos.

Es evidente que Intendencia, Junta Departamental y Municipio de Ismael Cortinas han intentado armonizar esfuerzos más allá de la diversidad de ideas, pensando en el bien de la comunidad, y en muchos casos se ha logrado. Esto significa que se pone vigente  cada vez más atrás aquel manido concepto de que hay tiempos para gobernar y tiempos para las campañas electorales, lo cual responde a los propios intereses de una sociedad que está cansada de “politiquería” y de mediocridad.

Que este rumbo no se pierda, es una de las responsabilidades mayores que sigue teniendo el gobierno departamental, a quien la sociedad seguirá exigiendo cada vez más, tanto en capacidad como en realizaciones.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Complete el CAPTCHA * Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.