A casi tres meses de inaugurada la Biblioteca Vecinal en plazoleta Eco Flores
El 11 de marzo de este año se inauguraba en la plazoleta del Eco Flores, en la esquina de las calles de Batlle y Ordóñez y Gral. Flores la Biblioteca Vecinal, con la expectativa que supone una iniciativa nueva, innovadora para nuestro medio pero con antecedentes en otras partes del país. Allí, en esa intersección, un grupo de trabajadores dedicados a la recolección y acopio de materiales reciclables, dan movimiento constante a un punto de la ciudad estratégico por muchas cosas, por ser entrada a la ciudad por la Ruta 14 y por la creciente y diversa actividad comercial que se desarrolla.
Una heladera en desuso de la familia González-De León fue soporte de esta idea, que enseguida se proyectó a los demás vecinos del entorno, quienes se entusiasmaron con el proyecto que ‘puerta a puerta’ fue difundiendo Alberto, un hombre dedicado hace años a la formación de niños y adolescentes en el básquetbol, lo que lo ha llevado a descubrir hábitos y costumbres de los chicos, pero también conocer las inquietudes de sus padres. La política y la literatura tampoco le han sido ajenas, por lo que había que conjugar todo eso en una sola idea.
Fue tomando como referencia lo que sucede en la costa oceánica en épocas de verano, donde las Bibliotecas ‘callejeras’ son un atractivo extra, que Alberto González prefirió que esa vieja heladera se convirtiera en algo similar a aquello que se da en las playas del Este. Es decir, pensó que antes que tirar a la basura ese aparato ya sin motor y sin los dispositivos para enfriar o congelar alimentos, podía cumplir con otra misión y así servir como estantería ‘interior’ donde exponer libros y librarlos al uso público.
La idea fue sostenida en la observancia de esos gurises que necesitan un estímulo para la lectura y no cuentan con un lugar –abierto y cerca de ellos- donde encontrarse con un libro y disfrutar de él. Pero también para aquellos adolescentes que insertos en las posibilidades que da la tecnología a través de los modernos celulares, se los ve lejos de las hojas impresas con material recreativo, de ciencia, de ficción o de lo que sea. Pero en el proyecto no quedaban afuera los adultos y personas mayores quienes son los que, según las estadísticas, más requieren de los libros para enriquecer su vidas cotidiana, mucho más en tiempos de pandemia donde la emergencia sanitaria ha obligado a ‘quedarse en casa’.
Pero esa heladera debía llenarse de contenido, por lo que Alberto salió a recorrer a los vecinos y a los centros educativos del barrio, encontrando también en Ecos Literarios de ECOS REGIONALES, coordinado por el poeta José Ramón Mediza, la experiencia y el empuje que necesitaba para ir recolectando libros que dieran razón al proyecto de la ‘Biblioteca Vecinal’. Las autoridades de la cultura del gobierno departamental y de Promoción y Desarrollo –Departamento de donde depende la plazoleta Eco Flores- dieron finalmente el aval para que la iniciativa se hiciera realidad.
Inaugurada la Biblioteca en la noche del sábado 13 de marzo de este año se puso a andar aquella idea nacida a propósito del desperfecto de una heladera que en ese momento pasó a cumplir otro rol, diferente pero tan importante como el que tuvo en su momento para la familia González-De León.
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