Semblanzas, vivencias
Federico Paolino
Allá por 1970 y pico llegó a nuestra ciudad procedente del interior de nuestro país, el Sr. Sigisfredo Juárez (padre). Pasó a ocupar el cargo de encargado de los talleres de servicio y atención mecánica de máquinas agrícolas y afines de la firma comercial Juan Suárez y Cía., ubicada en calle Presidente Berro al 469.
Yo trabajaba también en ese lugar, lo que motivó que fuimos durante muchos años compañeros y amigos. Cuando al transcurrir de los años se clausuró ese negocio, Sigisfredo puso su taller propio en la zona norte de la ciudad por las viviendas de Inve. Como le gustaba mucho el deporte de los fierros y motores, armó su propio “cachilo” de carreras y se dio el gusto de correr durante mucho tiempo carreras a nivel local e interdepartamental.
Su hijo Sigisfredo Didier, heredó la sangre de su progenitor, se dedicó y especializó en mecánica automotriz, puso su propio taller en calle Florida (cerca del tanque de depósito de OSE), conquistó una buena clientela y un sinfín de amigos.
Y como no podía ser de otra manera, armó su cachila compitiendo con gran éxito en competencias a nivel nacional.
Fue colaborador de los muchachos tuercas locales y del Automóvil Club de Flores durante muchos años.
Joven todavía no pudo superar los avatares de su enfermedad y emprendió el camino eterno, coincidiendo también con la desaparición física de su señora madre.
Los hinchas y fanáticos tuercas locales están de duelo, desde aquí vayan nuestros saludos respetuosos a toda esa numerosa y querida familia.
